Bienvenidos una vez más a la sección aperiódica » Y digo yo», en la que analizamos temas tocantes a DC y Superman… Hoy, homenajearemos al que puede que haya sido el dibujante definitivo del Hombre de Acero, Curt Swan, que en estos días habría cumplido cien años.
Este mítico artista cogió las riendas del personaje en el año 1948, dejándolo en 1986, cuando otra leyenda, John Byrne revitalizó al Hombre de Acero tras las «Crisis en Tierras Infinitas«. En esas casi cuatro décadas, Swan plasmó historias importantísimas para el kryptoniano que se convertirían en canon, tales como las escenas de los últimos momentos de Krypton, o a nuestro héroe sobrevolando Metrópolis, escenas como digo míticas espejo en el que buscan reflejarse el resto de artistas que han representado al Último Hijo de Krypton en las viñetas.
Durante la «Silver Age», Superman se había vuelto casi un dios, todopoderoso y al que había que intentar humanizar para que el lector pudiera identificarse con él. Así, Mort Weisinger (editor de Superman desde 1945 hasta 1970) encomendó esta tarea a Swan, el cual con su arte dotó al héroe y a sus secundarios de un montón de emociones y sentimientos con los que el aficionado pudiera conectar más facilmente.
Curt Swan se propuso y consiguió dotar a Superman de un aspecto imponente, heróico, de fortaleza y nobleza inherentes al personaje. Durante cuatro décadas y más de 19.000 páginas ilustradas además de innumerables portadas alcanzó su punto álgido en dos cómics: «La muerte de Superman», publicada en el año 1961 y su última historia publicada en 1986 «¿Qué fue del Hombre del Mañana?», en la que la melancolía de la trama y sus dibujos calaron hondamente en los aficionados.
Pero no debemos olvidar tampoco que Curt Swan se convirtió también en el dibujante por excelencia de «Superboy», con más de 17 años al frente del personaje y 200 portadas, sus historias centradas en Smallville y sus secundarios son toda una delicia.
Y ya que mencionamos sus portadas, es en ellas donde podemos ver todo el potencial de Swan, portadas que parecen auténticos cuadros, alegorías, con momentos decisivos para el personaje, como si de un museo de arte se tratasen. Sin duda todas y cada una de ellas fascinantes…
Todo este arte mejoraba exponencialmente por el gran trabajo de sus entintadores, George Klein en la década de los 60 y Murphy Anderson en los 70 dotaron a las ilustraciones de Swan de una calidad gráfica desconocida hasta entonces.
Y como dijimos al principio de este artículo llegó la década de los 80, y Curt Swan fue relevado de sus funciones para que tras las «Crisis en Tierras Infinitas» John Byrne revitalizara a Superman acorde a los nuevos tiempos, pero Swan, apoyándose en el guión de Alan Moore dijo adiós de la forma más espectacular con su sensacional trabajo en la historia «¿Qué fue del Hombre del Mañana?«
Por todo esto digo yo… ¿fue Curt Swan el artista definitivo de Superman?
Saludos cordiales.
Non.