Henry Cavill dio una extensa entrevista a la revista Glamour del Reino Unido como parte de la promoción para El Hombre de Acero. A continuación parte de esa entrevista, que nos trae Comic Book Movie y que no conocemos, porque contiene estractos que ya hemos leído como cuando Zack Snyder le llamó y estaba jugando al WOW, la primera llamada de director para anunciarle que sería el próximo Superman. También habla de desnundarse en la pantalla y sobre el papel de la posible película Cincuenta Sombras de Grey, pero vamos a lo que nos interesa, vamos con El Hombre de Acero.
«Por supuesto que no me reí. Para un hombre eso es prácticamente el momento más increíble que se puede imaginar.»
«Es un nuevo enfoque de él. Nadie tiene ese rizo ya, y ese calzón venía derivado de los forzudos del siglo pasado, por lo que
decidimos que prescindir de ellos.»
Sobre la llamada perdida de Zack Snyder para ofrecerle el papel:
Yo estaba jugando un juego de ordenador online, que no podía pausar o guardar, así que pensé: ‘Tal vez voy a dejar que suene. «Entonces miro hacia abajo en el último minuto y veo el nombre de Zack, por lo que me tiro a la piscina – y me lo pierdo.
Sobre su incapacidad para conseguir grandes papeles en el pasado
«Tú no eres un nombre». Fue muy frustrante, porque entonces ¿cómo convertirse en uno, ¿verdad? Me di cuenta de que había beneficios de ser famoso en cuanto a los puestos de trabajo y el dinero que recibes, pero no se trataba de la propia fama.
«Tienes que ser capaz de conectarte, porque incluso aunque pueda
haberle ocurrido algo malo a alguno de tus familiares o amigos, esa
puede ser la única vez para ellos que te conocerán, y no quieres que se
vayan pensando que no eres una persona agradable.»
«La fase de mayor aumento de volumen fue la primera y fue divertida.
Eso significaba comer 5000 calorías al día. Lo mejor de esa fase es que
estabas realmente fuerte incluso aunque no tuvieras un aspecto genial,
porque como almacenabas mucha grasa extra, siempre estabas de buen
humor. La fase de definición es la más dura, porque a pesar de que
tienes un aspecto fantástico, siempre estás enfadado porque tienes mucha
hambre. Cuando conseguí mi primer papel en El Conde de Montecristo, me
dijeron que tenía que perder un montón de peso. Era muchísimo, porque yo era un
niño regordete, y si tienes que interpretar un papel físicamente
atractivo en Hollywood tienes que ponerte las pilas.»