SUPERMAN VOLUMEN CUATRO #20
«Black Dawn (Parte uno)»
Guión: Patrick Gleason & Peter J. Tomasi. Dibujo: Patrick Gleason. Tintas: Mick Gray. Color: John Kalisz. Portada: Gleason & Kalisz. Portada alternativa: Jorge Jimenez & Alejandro Sánchez.
Los Kent están planeando su regreso a Metrópolis, pero algo o alguien está decidido a impedir que abandonen el Condado de Hamilton. Por su parte Batman y Robin descubren que algo está sucediendo con Jon: ¡¡El niño está perdiendo sus poderes!!
RESUMEN
Una renacida familia Kent ha vuelto a su vida cotidiana, Superman sobrevuela Metrópolis, Lois planea el regreso de la familia a la Ciudad del Mañana y Jon pasa las horas jugando con la pequeña Kathy. Pero una tormenta amenaza al Condado de Hamilton, por lo que la familia aprovecha para pasar la velada en la granja, momento que Clark y Lois aprovechan para tocar sutilmente el tema de lo vivido con los New52.
Por sorpresa y en mitad de la noche Batman y Damian visitan la granja, escondidos en el granero esperan a Superman pero Lois, cansada de la parafernalia del murciélago hace pasar a los «invitados». Una vez dentro, Batmann expone a Superman y a su familia que los análisis practicados a Jon están inconclusos, pero está sorprendido al ver que el niño parece estar siendo frenado en su progresión metahumana por alguna razón que se le escapa.
Batman se interesa entonces por el entorno del niño, todos los detalles, en especial su alimentación. Lois termina por explicar que alrededor no hay demasiados establecimientos que vendan comida rápida, y que el niño consume productos orgánicos y leche que les proporciona el señor Cobb, abuelo de Kathy. Intrigado, el Hombre Murciélago decide visitar la granja de Cobb e investigar.
El murciélago logra adentrarse en las profundidades de la granja, encontrando a Bessie, la vaca del anciano granjero. Batman toma una muestra de leche del animal, pero ante la sorpresa del justiciero la leche se transforma en una espesa sustancia negra que aprisiona al Señor de la Noche, que queda inmovilizado, viendo la silueta del viejo Cobb, que tranquliza a Bessie, para después amenazar a Batman con llevarlo junto a los «otros» que trataron de descubrir su secreto, finalizando así el cómic.
OPINIÓN
Esperaba con mucho ansia este cómic, quería ver en qué quedaban las fusiones de nuestros protagonistas con sus contrapartidas New52, pero lo que me he encontrado es continuidad con el Superman que hemos tenido desde el inicio de «Rebirth», lo cual me confirma que «Superman Reborn» ha sido una jugada editorial para que no hubiera ya dos Superman y dos Lois.
Dicho esto, estamos ante un cómic en el que he disfrutado como un enano leyéndolo. Me gusta el tono costumbrista que Gleason y J. Tomasi han dotado a la granja y al Condado de Hamilton en general.
Me parece sublime como Lois harta de la oscuridad y parafernalia de Batman y Robin los hace entrar en la granja, los sienta en la mesa, les sirve tarta y pastel , humanizándolos hasta niveles exponenciales deja que traten importantes asuntos con su marido. Es hilarante ver a los mayores superhéroes del mundo tomando pastel como si nada vestido con sus disfraces.
Y en esa misma escena es genial el rollo que se traen Jon y Damian, tan distintos e iguales al mismo tiempo, una combinación sensacional que proporciona memorables momentos.
Y la trama nos lleva hasta el señor Cobb, el abuelo de Kathy y su vaca Bessi parecen ocultar un oscuro secreto que a buen seguro en el siguiente número descubriremos.
La parte gráfica está a la altura del guión, además Superman muestra en su esplendor su nuevo traje (bienvenidas séais botas rojas), un traje simple, pero que muestra lo que Superman debe de ser, sin armaduras kryptonianas, ni calzones por fuera…
En definitiva amigos, un cómic francamente recomendable que deja un muy buen sabor a los paladares más exigentes en lo que a Superman se refiere.
Lo dije y lo mantengo: ¡¡«Rebirth», qué bueno que viniste!!
Hasta una próxima reseña, saludos cordiales.
Non.
(Portada alternativa realizada por Jorge Jimenez & Alejandro Sánchez)