El Superman de James Gunn evita caer en la trampa de la masculinidad tóxica, según un experto. Estrenada el verano pasado, la película de DC presenta a David Corenswet como el héroe titular, con Rachel Brosnahan interpretando a su interés amoroso, Lois Lane.
«Superman» conquistó al público por su gran acción y su corazón aún más grande, pero el terapeuta licenciado Jonathan Decker explica ahora en Cinema Therapy que el personaje de Corenswet es también un ejemplo perfecto de masculinidad no tóxica. Una forma importante en la que Clark muestra esto, explica Decker, es siendo abierto y honesto en sus interacciones con Lois.
Cuando Clark pone sus sentimientos sobre la mesa durante una conversación íntima pero intensa con el personaje de Brosnahan, esto «le da a Lois la seguridad para explorar y ordenar sus sentimientos sin tener que preguntarse: «¿Dónde está él? ¿Qué está pensando? ¿Qué está sintiendo?»».
Decker y su copresentador Alan Seawright, cineasta, también profundizan en el origen de la masculinidad no tóxica de Superman. Se trata de un caso de «naturaleza frente a crianza», afirma Decker. Según explica:
«Su naturaleza kryptoniana es el origen de todos sus poderes. Pero su dulzura, su amabilidad y su respeto por la vida humana los ha heredado de Jonathan y Martha [Kent]».
La película muestra la masculinidad no tóxica de Superman en los momentos tranquilos, pero también se pone de manifiesto en las peleas. Decker explica que Superman lucha no porque quiera, sino porque no le queda otra opción:
«La masculinidad sana, en lo que respecta a la lucha, es defensiva, no agresiva».
Las críticas de «Superman» fueron en gran medida positivas, y el enfoque de Gunn resonó tanto en el público como en la crítica. Las coloridas imágenes, los impresionantes efectos y las sólidas interpretaciones son sin duda parte del motivo de los elogios, pero el guion de Gunn también destaca el poder de la esperanza y la bondad. Esto, por supuesto, contrasta radicalmente con la visión de Zack Snyder sobre Superman, que era mucho más oscura y seria.
Las puntuaciones de «Superman» en Rotten Tomatoes reflejan esta acogida positiva. La película obtuvo un sólido 83 % por parte de la crítica. La puntuación del Popcornmeter, basada en la opinión del público, es aún más alta, con un 90 %. Esta acogida positiva se tradujo en un éxito de taquilla, ya que la película recaudó 615 millones de dólares en todo el mundo.
La respuesta a «Superman» fue lo suficientemente positiva como para que se aprobara una secuela. Gunn escribirá y dirigirá «Man of Tomorrow», que se estrenará en 2027. Aunque aún no se han revelado detalles de la trama, es de suponer que la película volverá a presentar al héroe de Corenswet como un faro de esperanza en el mundo, mostrando un tipo de masculinidad no tóxica.
Con «Superman» ya en el retrovisor, la atención se ha centrado en el próximo gran proyecto de DC: «Supergirl», protagonizada por Milly Alcock. Tal y como se reveló en el final de «Superman», la superheroína de Alcock será bastante diferente al de Corenswet, con una actitud rebelde e indiferente. Queda por ver cómo será exactamente la película de Craig Gillespie de 2026 en comparación con la de Gunn, pero quizá el público no debería esperar las mismas muestras reflexivas de masculinidad.
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