Os traigo una curiosidad relacionada con nuestro superhéroe. En la imagen la pueden ver y es lo que parece. Se trata de una escultura del Hombre de Acero, fabricada con resina sintética, de más de cuatro metros de altura, que representa una fatal caída del famoso superhumanoide. Un golpe brutal, fruto de un torpe vuelo y peor aterrizaje, que pone trágico fin a la vida de Superman. Quién lo hubiera pensado. Pero ahí está. Una prueba de que un mal día lo tiene cualquiera. Incluido los superhéroes. Bromas aparte la escultura, realizada por Marcus Wittmers, lleva por nombre “Superman caído” y forma parte de la exposición “Roto en Hollywood”, que se exhibe hasta el 2 de septiembre en la galería de arte Andreas Wendt. No obstante, la sorpresa que muestran los transeúntes al verla invita a pensar: – ¿Qué le pudo pasar al hombre de Kripton para acabar así?
– ¿Quién le atacó y con qué extraño superpoder para conseguir tan dramático final?
– ¿Mediante qué leyes y principios científicos podemos explicar tal desastre?
– ¿Estamos quizás ante el descubrimiento de nuevas verdades científicas, ocultas hasta ahora para la inteligencia humana?
– ¿Qué nuevos campos de conocimientos se abrirían, en ese supuesto, en un futuro próximo?
– ¿Será, una vez más, la ciencia-ficción el motor de la ciencia?
– Y por dejarlo aquí, si eso le puede pasar a él, ¿qué no nos podrá pasar a nosotros, simples humanos? Miedo da pensarlo tan solo. Superhéroe en apuros
El caso es que, de nuevo, “el mundo del cómic” nos hace reflexionar. Y caer en la cuenta de que su influencia sobre nosotros no es un asunto menor que debamos minimizar. No. Este trágico instante del impacto plasmado en la obra, ya formó parte de la exposición ‘Heroes, Freaks and Super-Rabbis’, dedicada a artistas hebreos, que tuvo lugar este verano en Berlín (Alemania). Una muestra más de la creatividad del arte urbano. Una que nos permite caminar cerca del golpeado superhéroe, a la vez que actúa como reclamo para explorar el mundo de los “comics” en el Museo Judío de Berlín. Superman quién te ha visto y quién te ve. Ni tú eres ya lo que eras. Es el signo de los tiempos.
Fuente: Blog de Superhéroes