Action Comics #1074
Portada: Clayton Henry y Tomeu Morey
Portadas variantes: Sebastian Fiumara, Ibrahim Moustafa, Mark Spears
Un planeta moribundo, un científico desesperado, un último hijo… solo puede significar una cosa: ¡Krypton! Para descubrir los secretos de la Zona Fantasma, Kal-El debe viajar al pasado, a los días de su planeta natal, y adentrarse en el laboratorio del mismísimo Jor-El. ¿Qué impactantes secretos conectarán la prisión más grande conocida en el cosmos y el malvado villano Aeythr? ¿Tendrá el Hombre de Acero alguna posibilidad de salir con vida? Además, la misión de Supergirl se detiene cuando se ve capturada y a la espera de su destino en manos del mejor postor.
«Fantasmas – Parte cinco»
Guionista: Mark Waid. Dibujantes: Clayton Henry y Michael Shelfer
Historia
En Krypton, décadas atrás, Superman envuelve su pecho con la capa para ocultar el emblema de la Casa de El y se dirige a la ciudad más cercana, decidido a descubrir dónde y cuándo está. Apenas llega, presencia cómo un dron fuera de control se abalanza sobre un transeúnte. Lo aparta de un empujón y recibe el impacto en el abdomen. El hombre, agradecido, lo ayuda a levantarse, pero un violento temblor sacude el suelo. Entonces, Superman comprende que ha viajado al pasado, poco antes de la destrucción de Krypton.
Bajo el sol rojo de Rao, incapaz de recargar sus baterías solares, su única esperanza de volver a casa y salvar a la gente de la Zona Fantasma es acudir a su familia en Kryptonopolis. Allí, Lara le abre la puerta con el bebé Kal-El en brazos. Superman, conmovido, se presenta como “Klar-Ken” y pide ver a Jor-El. Este irrumpe quejándose del Consejo Científico y su ceguera ante el inminente cataclismo. Tras calmarse, escucha la petición de “Klar-Ken” sobre sus baterías solares, diseñadas para almacenar enormes cantidades de energía pero incapaces de cargarse al máximo. Fascinado por la tecnología, Jor-El lo lleva a su laboratorio. Allí, mientras examina las baterías, Superman nota un prototipo del proyector de la Zona Fantasma. Jor-El revela que podría servir como refugio para Krypton, y que cree que el planeta está condenado a explotar.
La conversación se interrumpe cuando Ro-Zan, enviado del Consejo Científico, entra para confiscar el proyector y las baterías, acusando a Jor-El de trabajar sin autorización. Al intentar detenerlos, Superman es derribado y queda inconsciente.
En el presente, en la Zona Fantasma, Aethyr informa a Lar Gand de que el lugar será “reutilizado”. Sin explicar más, ordena a la tripulación del Val-Kon capturarlo, mientras Lar Gand exige respuestas.
Por su parte, en la Exposición Intergaláctica X’rphoan, un grupo de Khunds derriba una pared y exige la devolución de los huesos del emperador Kharlax, acusando a la Exposición de robo. También declaran que confiscarán el lugar y todo lo que contiene. Superman y Superboy dudan en intervenir, pero deciden impedir que los Khunds lastimen a alguien o se apoderen de las armas alienígenas allí guardadas. Kong intenta negociar: ayudará a recuperar los huesos si se marchan en paz, pero los Khunds atacan. Conner confía en enfrentarse a un escuadrón, hasta que ambos descubren que afuera les espera toda una flota de naves de guerra.
«Supergirl una y otra vez»
Guionista: Mariko Tamaki. Dibujante: Skylar Patridge
Supergirl y el Prisionero 8912 son capturados por unos alienígenas parecidos a pirañas. Encierran a Supergirl a bordo de su nave y organizan una subasta para vender al 8912 al mejor postor. Supergirl intenta liberarse, pero sus ataduras están diseñadas para volver sus propios poderes en su contra; cuando intenta congelarlos con su superaliento, crean una capa de hielo sobre todo su cuerpo. El robot alguacil la libera y corren hacia la celda del Prisionero 8912. Cuando Supergirl derriba la puerta de la celda, el Prisionero 8912 piensa para sí mismo que la volverán a tener y que volverán a ser uno.
Action Comics #1074
Opinión

El equipo creativo de Mark Waid, Clayton Henry, Michael Shelfer y Matt Herms presenta una nueva saga semanal de Superman dentro del universo All-In. Action Comics #1074 marca un nuevo rumbo en la cuarta entrega de “Fantasmas”, donde el Hombre de Acero es enviado al pasado, de regreso a Krypton. Mientras investigaba la Zona Fantasma —ahora transformada en un auténtico infierno— Superman y su amigo de la infancia, Mon-El, se enfrentaron al divino Aethyr, quien lo desterró al pasado. Ahora, deberá encontrar el camino de vuelta antes de agotar sus reservas de energía solar… o arriesgarse a alterar el presente. Este capítulo está cargado de rarezas cósmicas, acción y cultura kryptoniana.
Los cómics de Waid suelen ser sinónimo de calidad, y esta saga no es la excepción. Su visión de la Zona Fantasma, impregnada de horror cósmico, aporta un enfoque nuevo y emocionante.
El trasfondo histórico de esta prisión etérea y su evolución se explora con acierto, mientras que el monólogo interno de Superman refuerza su voz en la trama.
La aparición de Aethyr en el número anterior fue un acierto, presentándolo como un rival digno. Sin embargo, el ritmo comienza a resentirse: la emoción inicial de la publicación semanal se ha diluido y, con 12 números planeados, los dos últimos han parecido algo irrelevantes. Aunque la escritura sigue siendo entretenida, la historia avanza poco. Probablemente funcione mejor en formato recopilatorio, evitando la sensación de relleno y ahorrando costes. En todo caso, este capítulo ofrece un interesante contraste con Absolute Superman #1, publicado el mismo día, permitiendo comparar dos visiones distintas de Krypton.
La subtrama, centrada en Super-Man y Superboy, es interesante y aporta frescura al conjunto. Su dinámica resulta divertida y ofrece un agradable respiro de la tensión principal. No obstante, se siente algo desconectada de la historia central, casi como un cómic aparte, lo que genera cierta confusión en un arco que se promociona como semanal.
En el apartado artístico, este número brilla. Henry, Shelfer y Herms entregan un trabajo vibrante y lleno de energía, con criaturas imponentes y diseños impactantes. La Zona Fantasma adquiere una presencia infernal que encaja perfectamente con la visión de Waid, y el diseño de Aethyr transmite una amenaza palpable. El contraste visual entre la crudeza de la Zona Fantasma y la belleza de Krypton resalta los cambios en la vida de sus prisioneros. En conjunto, el equipo creativo ofrece un cómic de Superman sólido, atractivo tanto para veteranos como para nuevos lectores.
¿Qué te parece Action Comics #1074?
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Reseñas de Action Comics
Síguenos en nuestras redes sociales:
YouTube
Facebook
Bluesky
X
Instagram
Tik Tok @ Threads