Batman/Superman #8
«El compromiso de Kandor: Segunda parte»
Guión: Joshua Williamson. Lápices: Nick Derington. Tintas: Nick Derington. Portada: Nick Derington. Portada alternativa: Andy Kubert y Brad Anderson
¡El general Zod tiene la misión de resucitar a la ciudad embotellada de Kandor, y está listo para destruir a cualquiera en su camino! En lo profundo de las ruinas de un antiguo templo, la apuesta de Ra’s al Ghul para salvar sus Pozos de Lázaro del caos kryptoniano ha llevado al Caballero Oscuro y al Hombre de Acero a una pelea que no esperaban ni para la cual estaban preparados. ¿Qué podrán hacer Batman y Superman para detener a un ejército de zombis kandorianos? ¡Descúbrelo en la conclusión del épico «Compromiso Kandor»!
Resumen
Décadas atrás un joven Dru-Zod fue instruido por su padre en la historia de Kandor para que comprendiera sobre la importante relación que vinculaba a la casa Zod con esa ciudad. En el presente un enjambre de lo enloquecidos kandorianos, revividos en un Pozo de Lázaro, se levantan e inician su ataque. Mientras Superman protege a Batman de los poderosos ataques del enjambre, este le pregunta a Ra’s al Ghul cuanto tiempo durara la locura del pozo. Ra’s admite que eso depende de la fuerza de voluntad del resucitado pero justo en ese momento el enjambre le ataca el oído. Pese a también ser embestido Zod declara que a veces la justicia demanda ciertos sacrificios y culpa a Superman de no haberse dado cuenta antes de eso. Batman indica que no pueden dejar escapar al enjambre del templo por lo que Ra’s contesta que la única solución es matarlos a todos con kryptonita. Superman se niega y acusa a Zod de haber provocado ese problema pero el General replica que al menos él sí hizo algo para salvar a su gente y argumenta que los kandorianos merecen la oportunidad de vivir y tener un líder que los proteja. Pese a los reclamos del resto, Zod ignora decididamente la evidencia de que pasaran años antes de que los resucitados se curen de los males del pozo. Inmediatamente Ra’s le pide a Superman derribar la pared de la armería del templo, recordando que posee un arma que puede ayudarlos.
De golpe los kandorianos abren un hueco y escapan del templo, pero Ra’s le arroja un granada ultravioleta que replica los efectos de un sol rojo. Con todos sus congéneres debilitados momentáneamente, Zod se apresura en volverlos a todos al interior de la ciudad embotellada.
Viendo a los kandorianos aun afectado por la locura, Superman acusa a Zod de haber provocado eso por culpa de su egoísmo. Sin embargo Zod responde que todos los presentes tienen seres queridos que escaparon de la muerte y en esos casos ellos no se quejaron tanto. Repentinamente Ra’s se cuela por su costado y atraviesa la ciudad con su espada, alegando que solo él puede decir quienes reviven con sus pozos. Enloquecido de rabia Zod embiste a Ra’s y lo saca del templo. Superman toma los restos de Kandor y parte hacía la Fortaleza de la Soledad para intentan salvar a la mayoría mientras Batman corre hacía la jungla que rodea el templo para evitar que Zod mate a Ra’s. Una vez que los encuentra el Caballero Oscuro lanza un explosivo contra Zod para atraer su atención, pero Ra’s aprovecha la distracción para cortar al General con su espada con hoja de kriptonita. Ante eso Zod lo toma del cuello y se eleva a gran altura para dejarlo caer hasta su muerte. Batman trepa hasta lo alto del templo y le grita a Zod que no se deje dominar por la rabia dado que él comprende mejor que nadie como el sentimiento de perdida puede llevar a una persona a cometer actos extremos. Batman le asegura que matar a Ra’s no le brindará justicia ni tampoco paz, por eso apela a su deseo por convertiste en un mejor hombre para que lo suelte.
Tras pensarlo un poco Zod lanza a Ra’s contra unos árboles y le pide a Batman decirle a Superman que mantendrá su tregua siempre y cuando se mantenga alejado de Jekuul. Cuando el General se marcha Batman comienza a buscar a Ra’s, pero el villano escapa en su avión visiblemente humillado por haber sido salvado por su enemigo. Más adelante en la Fortaleza de la Soledad Superman le cuenta a Batman que puso en coma a la gran mayoría de los Kandorianos hasta encontrar una forma de revertir los efectos del pozo. Sin embargo también revela que falta la mitad de la población de Kandor por lo que Zod debió sumergir solo a una parte de ellos para prevenir cualquier riesgo. Clark alega que el traspié del pozo no detendrá a Zod. Es por eso que Batman propone perseguirlo antes que se convierta en una amenaza pero Superman señala que su enemigo respetara la tregua dado que le interesa más su compromiso con Kandor. Batman no se muestra de acuerdo en confiar en un compromiso, pero Superman asegura que Zod es un hombre de palabra y que al menos obtuvo algo de lo que buscaba. Posteriormente Zod regresa a Jekuul, donde le entrega a su hijo la nueva Kandor y comienza a contarle sobre el importante vínculo entre esa ciudad y la Casa Zod.
Opinión
La saga en dos partes de Batman/Superman con Ra’s al Ghul y el General Zod termina de manera fuerte y sorprendente mientras sirve como un recordatorio de que las buenas historias no necesitan ser seis números o más.
El escritor Joshua Williamson pareció divertirse mucho poniendo a Zod contra Ra’s con las vidas de Kandor en juego. El uso de los pozos de Lázaro se ha convertido en un poco de trampa, pero esto arregla una decisión innecesaria de Brian Michael Bendis de sacrificar a los sobrevivientes de Kandor para hacer de Rogol Zaar un villano creíble. Williamson impresiona aquí con su comprensión de la continuidad de DC desde la ocupación de Zod con el Escuadrón Suicida y otros usos del Pozo de Lázaro por los personajes principales. E incluso trabaja en un bonito gag en Zod.
El arte de Nick Derrington captura ese estilo de la Edad de Plata y encaja bien con los elementos más fantásticos de esta historia. Derrington pone en escena algunas divertidas muestras de Zod vs. Batman,
Ra’s vs. Superman y otros encuentros inesperados. Los colores de Dave McCaig son nítidos y hacen un gran trabajo al resaltar la acción.
En general, Batman/Superman #8 es un número fantástico. Es corto y va al grano. El guión de Williamson es divertido, creativo y animado. Las imágenes de Derington son vivas, divertidas y frescas.