SUPERGIRL 3×04
«The Faithful»
Fecha de emisión: 30 de octubre 2017. Canal de tv de emisión: The CW. Duración: 42’16». Director: Jesse Warn. Interpretes: Melissa Benoist, Mehcad Brooks, David Harewood, Jeremy Jordan, Chyler Leigh, Odette Annable. Floriana Lima. Artistas invitados: Katie McGrath (Lena Luthor), Emma Tremblay (Ruby),Chad Lowe (Thomas Coville)
RESUMEN
Iniciamos el capítulo con un flashback, en el que dos años atrás dos hombres mantienen una conversación durante un vuelo comercial. Uno de los hombre, se muestra abatido y frustrado por la vida que está llevando.
El avión comienza a experimentar problemas y comienza una caida en picado, la catástrofe está servida, pero la aeronave termina amerizando, y en el ala del avión, el hombre ve una silueta femenina que ha salvado la vida de todos los ocupantes del aparato, tratándose de la primera aparición pública de Supergirl. El hombre no puede dejar de mirar a la mujer voladora como si de una diosa se tratase mientras la ve despegar y alejarse por los aires.
De vuelta al presente, descubrimos que el hombre se llama Thomas Coville, y ha creado una secta que adora a Kara y a Rao. Coville, trata de buscar a más seguidores para su culto, obligándolos a ponerse en peligro para ser rescatados por Supergirl y así resultar «bautizados.»
Kara descubre la existencia de esta secta cuando ve en el despacho de Samantha un tríptico que una extraña mujer la ha entregado durante un partido de fútbol de Ruby, diciéndolas que tanto ella como la niña son especiales, trando de captarlas para la secta.
Kara acompañada de James y Winn acuden al lugar donde se se reune la secta, y Kara termina conociendo a Thomas Coville, que termina por descubrir la identidad secreta de la kryptoniana. Kara le exige que cese en su actividad, pero Coville tiene otros planes…
Por su parte, Samantha Arias trata de conciliar su vida laboral con su rol de madre soltera, y termina acudiendo a una noche de chicas junto con Kara, Alex, Maggie y Lena, donde termina por abrir su corazón a sus nuevas amigas.
El tema de la secta, comienza a afectar anímicamente a Kara, que descubre que Coville tiene un artefacto kryptoniano llamado Betahedron, (una máquina que resulta ser una sonda espacial con información de todo tipo de Krypton), con el que pretende provocar una matanza en la que Supergirl tenga que intervenir para así obtener nuevos adeptos para su secta.
Thomas Coville lleva el Betahedron al estadio de Hockey de National City junto con sus seguidores, Kara interviene, pero el dispositivo contiene kryptonita en su interior que termina por afectar a nuestra heroina, eso hace que los seguidores dejen de ver a Supergirl como una diosa, incluido Coville.
Sólo la rápida intervención de Alex hace que el Betahedron caiga en un profundo foso que Kara con sus mermadas fuerzas ha logrado hacer con su visión calorífica. Finalmente el artefacto explosiona en las entrañas de la Tierra.
Coville es llevado a prisión, pero su obsesión por Kara continúa, a la que promete adoración a pesar de estar entre rejas.
Tras esto, Kara acompañada de Alex y Lena, acuden a ver una actuación en un festival escolar de la hija de Samantha, esto provoca que Alex se derrumbe en mitad de la actuación, Kara habla con su hermana, y es así como descubrimos lo afectada que está la agente del DEO por la negativa de Maggie de tener hijos.
Esa misma noche, Samantha se dispone a darse una ducha, pero la joven tiene una extrañísima visión en la que ve todo su cuerpo tatuado con símbolos kryptonianos, toda vez que una extraña y monstruosa mujer se acerca a Samantha, susurrándola al oído que algún día reinará.
Samantha queda de rodillas aterrorizada, y es descubierta por ruby. La joven madre ve que los tatuajes han desaparecido, creyendo que ha sufrido una alucinación.
A modo de epílogo, vemos con la explosión del Betahedron a activado una nave que un malvado culto kryptoniano envió a la Tierra años atrás, pero en la nave se oculta un pasajero que parece despertar también, finalizando así el capítulo.
OPINIÓN
Tras el bache que supuso el capítulo de la semana pasada, podemos decir que «Supergirl» ha regresado al buen camino mostrado en los dos primeros episodios.
Me gusta muchísimo el tono oscuro que está tomando la serie, alejado del tono«Hello Kitty» que vimos en más de una ocasión en las dos primeras temporadas.
Es un capítulo lleno de aciertos, más allá del villano de la semana, tenemos un concepto sumamente interesante como es el de la adoración divina a seres superpoderosos venidos del espacio.
Otro acierto es que podría decirse que momentaneamente mi «amigo» James Olsen ha sido recuperado para la causa y ya no anda haciendo el gamba con una armadura cutre.
Pero lo mejor de todo queda para el final, Samantha vuelve a tener una extraña visión en la que se ve tatuada con símbolos kryptonianos, (por cierto, los clásicos símbolos de siempre, (más aciertos)), y la extraña aparición de la mujer monstruosa que la dice que algún día reinará.
El misterio está servido, sobre todo con esa escena final con el ser misterioso al que ha despertado la explosión del Betahedron.
Sin duda alguna ambas cosas guardan relación y al menos a mí me han hecho que capten toda mi atención.
¿Es un capítulo redondo? podría decir que sí, pero tiene dos cosas que me han chirriado, primero el disgusto de Alex porque Maggie no quiere hijos en la pareja, estamos a las puertas de que Floriana Lima cada vez sea más intermitente en la serie y de alguna forma han de justificarlo.
Y la segunda cosa… Que levante la mano quien a los dos días de trabajar en una empresa puntera como L-Corp ya se codeé con la CEO de la empresa y sus amigas en una noche de juerga y confesiones.. Entiendo que se quiera relacionar a Samantha y Kara de algún modo, añadir más contexto a la historia de Samantha, pero.. me ha resultado una situación demasiado irreal, por denominarlo de algún modo.
Pero con todo un capítulo que ha recuperado el buen nivel, confiemos que continúe en las próximas semanas.
Saludos cordiales y hasta dentro de siete días.
Non.