Que la polémica está siendo una constante en el Universo DC cinematográfico es un secreto a voces. Uno de los principales focos de debate ha sido la elección de determinados actores y actrices para los diferentes roles en las películas, tanto es así, que ni Ben Affleck se ha salvado de la quema, aunque tanto él, como Gal Gadot con su espléndido trabajo, se han encargado de cerrar las bocas más críticas.
Jason Momoa es otro de los que ha pasado por el ojo crítico de los más puristas. Momoa, alejado del físico típico de Aquaman, – rubio y de ojos azules -, ha demostrado con su cameo en «Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia», que su Aquaman puede ser majestuoso y temible, algo que los productores de la película alaban y aplauden, especialmente Deborah Snyder que se expresa en los siguientes terminos:
«Jason es una presencia física. Es enorme. Llega a asustar, pero al mismo tiempo es cariñoso y encantador. Y estamos convencidos que todas esas características son las que tiene que poseer Aquaman «.
El actor por su parte, explica como fue contratado para el papel:
«Cuando Zack acudió a mi, y recibí la llamada, no te lo puedo describir… Ojalá hubiera tenido una cámara grabándome porque lo último que esperaba escuchar era Aquaman. Luego pensé en ello, me pareció una idea genial porque mi gente son Kanaloa, Tagaloa y Maui. Todos son dioses acuáticos. Respetas todo eso y dices: ´Tio, totalmente, descendería de eso´. Aquaman es humano y al mismo tiempo es un dios. Quiero verlo peleando con el hecho de que tenga esos poderes y no sepa manejarlos porque aún no ha sido entrenado».