El Reinado de los Superhombres #7
«John Irons vs el muchacho de Metrópolis»
Guión: Louise Simonson. Dibujo: Jon Bogdanove. Tintas: Dennis Janke. Color: Glenn Whitmore. Portada: Bogdanove, Janke.
La guerra de bandas continúa en el Distríto Suicida de Metrópolis. Steel se ve superado por la situación y recibirá la ayuda de uno de los aspirantes al manto de Superman para atrapar al Conejo Blanco. Pero habrá de tener cuidado ya que Luthor trama algo en las sombras
Nota: El presente cómic reseñado corresponde a Man of Steel #23 de fecha de publicación julio de 1993.
RESUMEN
Steel se enfrenta en el Distríto Suicida de Metrópolis a la banda conocida por el nombre de Los Tiburones. Cuando logra desmantelarla y uno de sus miembros está a punto de revelar el paradero del Conejo Blanco, éste es asesinado por uno de los esbirros del Conejo que además ha grabado el ataque de Steel en una cinta de vídeo. Nuestro héroe entrega al asesino y la cinta de vídeo a la policía, pero la cinta es interceptada por los hombres de Luthor que terminan por informar a su jefe de lo sucedido. Lex se muestra determinado a acabar con el Conejo Blanco para que nadie le haga sombra en sus negocios en Metrópolis.
No muy lejos de allí, el Conejo Blanco es informada de lo sucedido y decide que ha de dejar que Steel se acerque a ella. En la redacción del Planet se recibe un aviso sobre un nuevo altercado entre bandas rivales y de cómo Steel está tratando de pararlo, Lois no duda en subirse en un helicóptero para cubrir la noticia y entrevistar al hombre de la armadura cuando todo acabe. Pero ante la sorpresa de todos, el clon adolescente de Superman también entra en acción, poniendo en peligro a Lois que es rescatada por Steel, con quien habla brevemente, y este termina por negar que él sea Superman resucitado. Steel se lleva a un lugar apartado a Superboy, conminándolo a que abandone esas acciones con las que podría morir gente inocente.
Steel recibe un aviso de los hombres de Lex, informándole del paradero del Conejo Blanco, nuestro héroe acude al lugar al que le han dicho, y atónito contempla como el Conejo es en realidad la Doctora Angora Lapin, una antigua compañera de trabajo con la que tuvo un romance y que terminó vendiendo las armas desarrolladas por Steel años atrás a grupos terroristas y bandas callejeras. Steel trata de detener a Angora, pero ésta se resiste disparando un arma contra su oponente que termina siendo rescatado por el Superman clon en último instante al ver que va chocar contra un camión cisterna.
Tras esto Steel y Superboy vuelan hasta el edificio donde se escondía el Conejo Blanco comprobando con decepción que la mujer ha logrado escapar. Mientras tanto en LexCorp, Luthor es informado de la verdadera identidad de Steel y de que está siendo buscando por el FBI, algo que llena de satisfacción a Lex, que piensa que de esa forma podrá atenazarlo y ponerlo a su servicio, finalizando así el capítulo de esta semana.
OPINIÓN
Capítulo de transición este que hemos reseñado hoy, pero no por ello carente de acción. Steel continúa inmerso en parar las guerras de bandas en Metrópolis y su misión le hace encontrarse con que alguien de su pasado es el mayor traficante de armas de la Ciudad del Mañana, una jugada con la que se dota de más transfondo a John Irons. Por otro lado asistimos a los movimientos en la sombra de Lex Luthor para que nadie ose arrebatarle su poder. Por si eso fuera poco, el clon adolescente de Superman pone en peligro numerosas vidas y Lois es un mar de dudas acerca de si Superman puede o no haber resucitado.
Como digo, un número de transición pero repleto de conceptos interesantísimos. La parte gráfica recae como es costumbre en la serie Man of Steel en Jon Bogdanove, lo que es sinónimo como ya he dicho en más de una ocasión de viñetas excesivas y en ocasiones caricaturescas.
Pero unas cosas mezcladas con las otras nos dan como resultado un cómic francamente ameno para el lector y de gran calidad. Algo, que en la década de los 90 era una constante en DC Comics.
Bien, esto ha sido todo por esta semana, dentro de siete días más y mejor. Hasta entonces, un cordial saludo.
Non.