Por qué los hijos de Christopher Reeve celebran su feliz vida en un documental «inquebrantable» que no oculta sus defectos

Los tres hijos del actor de Superman hablan de la vida de su padre tras el trágico accidente que le dejó paralítico, y de cómo encontró la alegría y un nuevo sentido de la vida a pesar de no volver a caminar.

Cuando los hijos de Christopher Reeve, Matthew, Alexandra y Will Reeve, eran pequeños, su padre -que se convirtió en una sensación mundial tras su papel en la película «Superman: La Película» en 1978- era el tipo de persona que realmente podía hacer cualquier cosa: pilotar aviones, navegar en yates, esquiar, patinar sobre hielo, montar a caballo o tocar el piano.

También era muy inteligente y estudió en Cornell y Juilliard. Pero por mucho que pareciera un héroe de la vida real, lo que más impactó a sus hijos fue cómo afrontó su vida tras la caída de un caballo en 1995 que le dejó paralizado del cuello para abajo.

«El heroísmo es mucho más que la fuerza superficial y una imagen brillante», dice su hijo Will, de 32 años, a PEOPLE sobre el legado de su padre. «Se trata de integridad, de dar la cara por tu familia, de perseverar en circunstancias difíciles y de seguir teniendo esa alegría por la vida. Ese era nuestro padre».

Los tres hijos del actor están encantados de compartir un vistazo a la vida privada de su padre, tanto antes como después del accidente, en el nuevo documental Super/Man: The Christopher Reeve Story (producido por Words + Pictures), que se proyecta sólo en cines selectos el 21 de septiembre y de nuevo el 25 de septiembre (que habría sido el 72 cumpleaños de Reeve).

Pero por mucho que la película retrate el impresionante modo en que Reeve se enfrentó a la adversidad y se convirtió en activista de la comunidad paralítica, la película no pasa por alto la vida de Reeve antes del accidente.

De hecho, era famoso y guapo, pero también tenía sus complejidades, como una relación fracturada con su padre, que era un profesor estricto al que nunca podía complacer, y una confusión interior por haber sido encasillado como Superman.

También abandonó su relación con la madre de Matthew y Alexandra, la agente de modelos británica Gae Exton, cuando los niños eran pequeños, dejándola desconsolada. La película ayudó a los niños a entender mejor a su padre.

«Es hermoso poder ver el cuadro completo de la vida de una persona», dice su hija Alexandra Reeve Givens, de 40 años, activista y miembro del consejo de la Fundación Christopher & Dana Reeve.

Y añade:

«Hubo altos y bajos, pero también dos profundos amores verdaderos y [tres] hijos que juntos se fundieron en esta hermosa familia.»

El primer hijo de Reeve, Matthew, de 44 años, cineasta, cuyas imágenes de dos documentales anteriores sobre su padre se utilizan en la nueva película, también señala que querían contar la historia completa de la vida de su padre.

«Pretendíamos honrar su historia, pero no convertirla en una historia edulcorada», afirma, y señala que también era importante mostrar lo dura que fue la vida de Reeve tras el accidente, desde aprender a respirar por sí mismo sin un respirador hasta el coste y el desgaste físico que supuso para el actor y sus cuidadores, incluida su abnegada esposa Dana, que se volcó por completo en el cuidado de su marido.

Will, que tenía casi 3 años en el momento de la lesión de su padre, dice de Dana Reeve: «Mi madre era quizá la persona más especial que jamás haya pisado este mundo. Tenía una combinación única de gracia y belleza y compasión y agallas e inteligencia». Los tres hijos coinciden en que Dana fue el pegamento que mantuvo unida a la familia tras el accidente.

Los directores de la película, Ian Bonhôte y Peter Ettedgui, dicen que durante el rodaje se dieron cuenta de lo mucho que Reeve había cambiado, no sólo físicamente sino también mentalmente, a causa de la lesión.

«Christopher aprendió lo que era importante después de aquello», dice Bonhôte. «No se trataba de hacer una película de éxito o más papeles. Se trataba de su familia, y de centrarse en sus vínculos íntimos».

Alexandra dice:

«Nuestro padre tuvo una experiencia cercana a la muerte, así que sabía que no debía dejar cosas sin decir. Como de repente no hacíamos actividades físicas, teníamos mucho más tiempo para sentarnos y mantener conversaciones pasando el rato en su despacho. Fue un verdadero regalo».

Will añade:

«Veo a Matthew y Alex ser unos padres fenomenales… con mi madre y mi padre brillando a través de ellos de la mejor manera. Te presentas ante la gente a la que quieres y les das todo lo que tienes porque no sabes cuánto tiempo te queda con ellos. Eso es algo que saqué de mi infancia y que llevaré el resto de mi vida».

Artículo de la revista People

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