Justice League #43
«Justicia Perdida» – La Conclusión
Guión: Christopher Priest. Lápices: Pete Woods. Tintas: Pete Woods. Portada: David Yardin. Portada alternativa: J.G. Jones
¡Luchando para salvar a uno de los suyos y librarse de las garras de la guerra, la mano de la Liga de la Justicia es forzada por el mercenario Deathstroke! Se deben tomar decisiones sobre la brutalidad de León Rojo, las tácticas insidiosas del Fan y el papel de la Liga como los héroes más grandes del mundo. Cuando el polvo se asiente, ¿las viejas alianzas seguirán en pie?
Resumen
La Liga se enfrenta a Deathstroke por sus acciones en el último número, mientras que Raven ayuda a Wonder Woman con su dolor.
Después de una breve lucha interna, Wonder Woman despierta e ignora los consejos de todos y regresa para unirse a sus compañeros de la Liga de la Justicia.
Deathstroke saca a la Liga y luego se vuelve hacia los rebeldes locales y todos se dispersan. Wonder Woman llega y, al ver a todos sus compañeros de equipo eliminados, ataca a Deathstroke. En ese momento, la Liga salta y le dice que se detenga, ya que todo fue una artimaña para dispersar a los locales.
Días después, Baz finalmente se encuentra con Clark para almorzar y es tan paranoico con las malas noticias están llegando que enloquece y se va antes de pedir, Clark casualmente pide el salmón.
Mientras tanto, Jessica se dirige a la mansión Wayne para disculparse con Bruce por el beso, pero Selina Kyle abre la puerta y dice que lo sabe y la invita a ver la televisión.
Cyborg se reúne con Batman y le dice que este trabajo es imposible. Le dice a Cyborg: «Por eso te elegí, para empujarte a tu máximo potencial». Unos pocos miembros están en el nuevo edificio de la Liga de la Justicia cuando aparece Martian Manhunter, junto con el resto de la nueva alineación, y dice: «Ha llegado una nueva crisis. «¿Nos ayudarás?»
Opinión
Christopher Priest se las arregla para clavar el aterrizaje filosófico con un poco de ayuda de Deathstroke, pero la conclusión sigue siendo bastante insatisfactoria. Fue un camino complicado para llegar a este punto, y ni el salvajismo verbal de Slade ni el elocuente discurso de Cyborg pueden compensar un trabajo decepcionante y unas diez páginas finales embarradas.
Un final apresurado con líneas argumentales que todavía están ahí fuera. De la percepción pública de la Liga, de los varios pleitos pendientes, del juicio de Batman por asesinato, de la abogada que trabajaba con El Fan y posiblemente más de lo que no recuerdo. La historia real no era mala, pero el hecho de que este número pareciera muy apresurado me impide darle una calificación más alta.
En general, todavía me gustaba el trabajo artístico de Pete Woods en esta serie. Se ha redefinido a sí mismo desde sus días en Detective Comics antes de The New 52, y hay claridad en su narración de historias que faltaba entonces. Ojalá hubiera podido hacer más de lo que hizo. Los artistas son importantes por su capacidad para contar historias sobre cada número -como debería ser-, pero no tienen ninguna propiedad estética sobre el arco más grande.