Superman #32
Guión: Phillip Kennedy Johnson. Lápices: Scott Godlewski. Portada: John Timms. Portada alternativa: Inhyuk Lee. Alternativa del Orgullo: David Talakski
¡El final de «El que cayó»! Superman y Superboy fueron engañados con la vieja rutina de «divide y vencerás», que es especialmente peligrosa en un planeta lejano donde no puedes saber quién es tu enemigo. Mientras los Shadowbreed hacen su gran jugada, Superman descubre qué pasó con el amigo que originalmente envió la baliza de socorro que lo atrajo a él y a su hijo a través de la galaxia. Esperemos que la respuesta no llegue demasiado tarde. Por otra parte, en la Tierra, Jimmy Olsen lidera su equipo de inadaptados a la caza de la siniestra Projectress.
Historia
En el diario que le dejó a Jon, Superman narra la historia de Thakkram: el pueblo de Thakkram temía a Qarath O Daanim, que prefería la fuerza a la compasión. Fue excepcionalmente duro con su hijo Qarath O Bakkis, que no alcanzó las expectativas de Daanim y no fue un guerrero como éste quería. En cambio, Bakkis prefirió el conocimiento a la fuerza y se ganó la amistad de Faldr Poornym. Juntos, Bakkis y Faldr encontraron la manera de contener un trozo de la Raza de Sombra, para estudiarla y comprenderla si alguna vez volvía a ser una amenaza. Sin embargo, Daanim no veía las acciones de Bakkis y Faldr como un logro, sino como una traición. Creía que gracias a ellos, los Shadowbreed podrían volver y amenazar a su pueblo de nuevo.
Enfadado por esta traición percibida, Daanim exigió a Faldr que volviera a su mundo y se llevara a Bakkis con él, considerándolo indigno de llevar su nombre. Bakkis aceptó de buen grado ir al exilio, no sin antes proclamar que él y Faldr dominaban a los Shadowbreed y mostraban un valor superior al del propio Daanim, lo que, a ojos de Bakkis, convertía a Daanim en un cobarde. Empujó el orbe que contenía el trozo de Shadowbreed a la cara de su padre, haciendo que Daanim lo lanzara a un lado y el Shadowbreed escapara.
A los pocos segundos, el Shadowbreed se hizo con el control de Faldr y lanzó a Daanim por un acantilado. En sus últimos momentos, Daanim cogió el comunicador que Superman le había dejado y le rogó que volviera, pues el Shadowbreed no estaba muerto.
Presente. Jon se encuentra en una batalla con el Shadowbreed, que se ha hecho con el control de los Thrakkamites e incluso con el cadáver de El Que Cayó. El Shadowbreed afirma que incluso ha tomado el control de Superman en un intento de desmoralizar a Superboy, pero Superboy no cae en esa artimaña y continúa luchando con todo lo que tiene. El Shadowbreed acorrala a Jon, pero Superman se libera de la cáscara de El Que Cayó y acude rápidamente en ayuda de Superboy. Superman cree que los kryptonianos deben ser más difíciles de asimilar que los thakkramitas, por lo que pudo protegerse de la posesión de la Muerte Sombría.
Padre e hijo son atacados por el Shadowbreed, que sigue utilizando a Faldr como recipiente, proclamando que se unirá a sus hermanos entre las estrellas y continuará su viaje por el universo. Afortunadamente, Bakkis, que ha sobrevivido al ataque del Shadowbreed, les cuenta a Superman y a Superboy que la bomba de radiación de Faldr utilizaba luz hipervioleta, un tipo especial de luz que existe entre el espectro ultravioleta y el de los rayos X, inspirada en la visión térmica de Superman. Mientras el Shadowbreed ataca a Bakkis, Superman admite que su visión de calor no puede emitir luz hipervioleta, pero Superboy podría lograrlo.
Superman y Bakkis mantienen a raya al Shadowbreed el tiempo suficiente para que Superboy ajuste su visión térmica y reproduzca la radiación hipervioleta necesaria para purgar al Shadowbreed de la gente de Thakkram. La batalla ha terminado.
Mientras los thakkramitas felicitan a Superboy por su valentía, Faldr expresa sus intenciones de volver a su mundo natal durante un tiempo y llevarse a Bakkis con él. Daanim fue un exiliado una vez y ahora, su hijo compartiría ese mismo destino, pero con la esperanza de encontrar gente que lo entienda mejor que su propio pueblo. Superman se siente afortunado de que su propia relación con su hijo haya sido más positiva para ambos y admite que está orgulloso de la propia resistencia de Jon. Padre e hijo vuelven a casa, con Superman expresando su fe en que Superboy se convertirá en el Superman que todos, incluido el propio Clark, aspiran a ser.
Historia de apoyo de Superman #32
«Historias de Metrópolis: Redención»
Guión: Sean Lewis. Lápices: Sami Basri
Gangbuster admite que su fuerza excesiva empujó a Loose Cannon al límite, pero señala que Projectress empezó todo esto y por defecto eso pone la culpa a los pies de Bibbo.
Bibbo admite que Projectress le resulta embriagadora y que ha caído muchas veces en sus manipulaciones. Anoche, como «Dolores» le pide a Bibbo que le presente a Superman.
Bibbo explica a los demás que intentó encontrar a Loose Cannon explorando el lado más desagradable de la vida nocturna de Metrópolis. Fue durante sus investigaciones cuando Ácrata, Maestra de las Sombras, le buscó y, con la condición de que no fuera para Projectress, reunió a Bibbo con Cannon.
Ácrata y Cannon explican que el polvo mágico de Projectress que permite su capacidad de manipulación sigue afectando a Cannon. Sin embargo, Bibbo ha descubierto un antídoto. Si no puedes ver el polvo, no puedes ser manipulado.
Más tarde, Ácrata lleva a Jimmy a ver a Bibbo a su apartamento y Bibo le explica que tiene un plan, engañando a Projectress para que se reúna con él en un edificio abandonado donde estará Superman. Excepto que Superman no va a venir. En su lugar, Jimmy y su equipo van a acabar con ella.
Funciona hasta cierto punto. ¡Loose Cannon llega para defender a la villana!
Durante la refriega, Bibbo es llevado por Projectress. ¿Podría haberse enamorado de ella otra vez? En resumen, ¡no! Ácrata aparece para ayudar a Bibbo, ¿podría funcionar su plan?
Opinión
El final de Superman #32 es prematuro para este título, ya que la carrera de Johnson continuará en Action Comics y este título será retomado por Jon Kent y un nuevo equipo creativo con un nuevo #1 el próximo mes. Esto añade una sensación de finalización a ambas historias, empezando por la atractiva unión entre padre e hijo que nos da el pistoletazo de salida.
Los dos superhombres se han enfrentado a una misteriosa amenaza alienígena en los últimos números, ya que una compleja batalla por el control de un planeta ha llevado a un retorcido acuerdo con la Raza de las Sombras, una inteligencia alienígena carnívora que ha convertido a todo un planeta en sus peones. El hábil uso de la oscuridad y el espacio negativo por parte de Scott Godlewski ha hecho un trabajo eficaz para vender esta amenaza en Superman #32, ya que Superman incluso se encuentra bajo su control.
Pero en el fondo hay una historia convincente en Superman #32 de un hijo que no se consideró apto para tomar el relevo de su duro padre, e hizo un sacrificio que acabó condenando a su planeta. Esto está muy bien contrastado con la lucha de Jon por estar a la altura de la sombra que proyecta Superman, y aunque los alienígenas nunca encontraron esa paz, este número lleva las dudas padre-hijo entre Jon y Clark a una resolución satisfactoria. Todavía no estoy segura de por qué Jon acabará sustituyendo a Clark, ¿quizás eso se revele en Action Comics, que se publica esta misma semana? Pero esto ha funcionado eficazmente como una historia independiente y una buena introducción al nuevo status quo.
Luego tenemos la historia de apoyode Superman #32, Historias de Metropolis, que llega a su fin con un final de tamaño doble en este número. A los fans de la serie semanal de Superman de los 90 les encantará esta historia. Aparecen pilares como Bibbo, Gangbuster e incluso el oscuro Loose Cannon. La villana, Projectra, ha sido un elemento convincente al manipular a Bibbo para que cambie su ética por la única cosa que siempre ha querido. No hay nada rompedor, pero se ha convertido en una divertida serie de conjunto que da un necesario protagonismo a un extraño grupo de héroes que hacía tiempo que no aparecía.
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