Superman: Lost #3
Guión: Christopher Priest y Carlo Pagulayan. Dibujante: Carlo Pagulayan y Jason Paz. Portada: Carlo Pagulayan y Jason Paz con Elmer Santos. Portadas Variantes: Lee Weeks, Elizabeth Breitweiser
Con la ayuda de la tecnología avanzada de un planeta sin nombre, Superman emprende su viaje a casa, pero descubre que, incluso a velocidades fantásticas, la Tierra podría estar aún a varias vidas de distancia. Sin embargo, la esperanza llega en forma de una especie familiar que permite a Superman viajar con ellos, pero en el camino se encuentran con una grave amenaza para su existencia en un misterioso planeta.
Historia
En el apartamento de los Kent, Lois continúa con su artículo sobre la dimisión de la senadora Jemison McMonigle. Es interrempida por un sonido «ping» que proviene del armario de Clark y busca entre su ropa para encontrar la fuente del sonido. Sólo encuentra un dispositivo destrozado y el traje blanco que le dio a Clark el Victor del planeta Kansas.
En el pasado, Superman despierta de su sueño y continúa su viaje a la Tierra. Su única compañía es Marquis, una inteligencia artificial que supervisa el equipo que le dio el Victor de Kansas. El traje blanco recoge la energía solar residual del espacio y ayuda a Superman a reponer sus poderes, pero sólo es un método marginalmente eficaz. En palabras de Superman, es como usar un par de pilas doble A para alimentar un Tesla.
Según Marqués, Superman aún necesita atravesar un mínimo teórico de catorce mil años luz para llegar a la Tierra y el propio Superman se pregunta si su nuevo equipo sólo fue entregado al Victor porque éste quería deshacerse de Superman lo más rápido posible. Superman se pregunta si tomó la decisión correcta al abandonar Kansas y si podía haber hecho algo para ayudar a sus habitantes, pero ya ha tomado su decisión y debe vivir con las consecuencias.
De repente, el Hombre de Acero se encuentra con un grupo de delfines espaciales, los animales que Lobo mencionó cuando estaba en la Liga de la Justicia. Como los delfines espaciales pueden viajar a velocidades superiores a la de la luz, Superman cree que puede viajar con ellos y llegar a la Tierra más rápido. Aunque no puede comunicarse con los delfines a través de palabras, los delfines pueden sentir sus sentimientos y acceden a dejarle viajar junto a ellos y Superman acepta ya que, según Marquis, tardaría seis meses en llegar a la estrella amarilla más cercana. Mientras agarra una de las aletas de los delfines para viajar por el espacio, Superman habla con Marquis sobre lo grande que es el espacio y cómo, todo este tiempo, había dado por sentado los viajes espaciales.
Los delfines llevan a Superman a un planeta remoto, un gigante gaseoso con un campo de energía que atrapa a varios delfines. Superman se da cuenta de que no se encontró con los delfines así como así. Le estaban buscando porque necesitan su ayuda ya que sus crías están atrapadas en las profundidades del planeta. Superman acepta ayudar a los padres a recuperar a sus crías y baja volando a la superficie del planeta, que está cubierta por un vasto desierto, y se encuentra con un gran torrente de arena que adopta la forma de Superman para atacarle directamente.
Superman se defiende e intenta comunicarse con el gigante, quien le dice que los delfines son una especie agresiva que ha diezmado a gran parte de la población del planeta, provocando que los habitantes del planeta sean criaturas microscópicas, como protozoos. Los delfines se han estado alimentando de estas criaturas, sin darse cuenta de que son sensibles, y el gigante de arena con el que Superman está hablando en este momento es en realidad un colectivo de múltiples criaturas, que habían estado tratando de defender su hogar después de que fueran atacados por otra especie agresiva: el Correctatio.
El gigante de arena, que adopta la forma de Lois, accede a dejar marchar a Superman y a los delfines, pero no puede decir nada sobre la Correctatio ni sobre cómo puede Superman regresar a la Tierra. De repente, los delfines parten del planeta sin Superman, que se da cuenta de que los delfines que acaba de conocer no son los mismos delfines que visitaron la Tierra. Eran grupos completamente diferentes. Frustrado, Superman rompe el dispositivo que contiene a Marquis, pero se da cuenta de que acaba de destruir a su único compañero, lo que le obliga a continuar su viaje solo.
Superman: Lost #3
Opinión
Dado el horizonte de 20 años en el corazón de la premisa de Superman: Lost, el número 3 hace un trabajo notable al enmarcar lo largo que es ese viaje aclarando la inmensidad absoluta del espacio.
El viaje de vuelta de Clark le lleva a otro desvío, éste haciendo un uso excelente de los encantadores Delfines Espaciales y proporcionando una conclusión más satisfactoria que la del número 2, mientras lucha por trazar el camino más corto de vuelta a casa.
Los subtítulos narrativos de su compañero informático y la aplicación de algunos conocimientos científicos hacen que el problema parezca inmenso, incluso para Superman, y enmarcan el viaje venidero con una merecida sensación de desesperación.
Las representaciones de luces distantes y de la extensa oscuridad cobran sentido a medida que la serie aborda una sensación de desesperación sin socavar quién es Superman. Se trata de un problema único que desafía al icónico superhéroe de formas nuevas y sorprendentes, y Superman: Lost #3 expone muy bien el desalentador viaje que le espera junto con sus posibles consecuencias.
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