«Al filo de la eternidad»
Guionista: Christopher Priest. Dibujante: Carlo Pagulayan. Portada: Carlo Pagulayan y Jason Paz con Elmer Santos. Portadas Variantes: Lee Weeks, Elizabeth Breitweiser, Rafael Sarmento
¿Puede incluso Superman soportar que se le empuje más allá del punto de resistencia emocional y psicológica? Abandonado en un cohete en un espacio inexplorado, el Hombre de Acero reflexiona sobre sus humildes orígenes en Smallville mientras un aplastante cansancio emocional amenaza con poner fin a su viaje de regreso, un trauma que se traduce en la lucha de Lois por reconectar con el desconocido virtual en su propia casa.
Historia
Muchos años atrás, tras su graduación en el instituto, Clark está sentado solo en su habitación. Mira el traje que se convertiría en el uniforme de Superman. Sus padres, Jonathan y Martha, le observan desde la puerta de su habitación, visiblemente preocupados por él.
En el presente, en el apartamento de los Kent, Clark intenta dormir un poco pero de repente se encuentra conteniendo la respiración de nuevo. Ha pasado tanto tiempo aguantando la respiración que le cuesta acordarse de respirar cuando realmente lo necesita. Ni que decir tiene que Lois corre a su lado, le abraza y le dice que respire.
En el pasado, Clark había vuelto al planeta que había apodado «Kansas» y se había construido allí una casa, una réplica casi exacta de la granja de los Kent. Mientras Clark bebe en silencio una taza de café, recibe la visita de un extraño enmascarado, que se revela como el niño que encontró a Superman cuando llegó por primera vez a Kansas. Al principio Clark pronuncia mal el nombre del chico como «Jimmy», pero el chico dice que su verdadero nombre es «Szhemi», pero le da permiso a Clark para que le llame «Jimmy», ya que los dos nombres suenan parecido. Szhemi se sorprende de que Clark pueda hablar su lengua materna sin traductor y Clark responde que la lengua de Szhemi no es tan difícil de aprender.
Szhemi le pregunta a Clark por qué vive ahora en este planeta y Clark le explica que después de perder una buena oportunidad de volver a la Tierra, no tenía otro lugar al que ir. Viajó una gran distancia para recuperar su equipaje, que contenía su uniforme clásico y los restos aplastados de Maquis, el pequeño dispositivo que había monitorizado el viaje de Superman desde su salida de Kansas. Superman lamentó haber aplastado a Maquis en un arrebato de ira porque, a pesar de no proporcionar ninguna información útil sobre cómo regresar a la Tierra, Maquis seguía siendo compañía, algo que Superman necesitaba desesperadamente para mantener la cordura.
Superman tardó dos años terrestres en volver a Kansas y, desde que construyó su hogar allí, había estado intentando ayudar a los oprimidos habitantes de Nueva-Arca dándoles comida y medicinas. Aún así, Clark se sorprende de que Szhemi arriesgara su vida y atravesara medio planeta para encontrarle, así que Clark pregunta qué está pasando en Nueva-Ark. Se queda conmocionado por lo que le cuenta y rápidamente corre a buscar al Victor, que le explica que los Contrectatio han venido a cobrar lo que se les debe.
Según el Vencedor, los Contrectatio son carroñeros. Recogen residuos industriales del planeta, como edificios abandonados y chatarra, porque el pueblo de la República les ha dado permiso para ello. El Vencedor admite que los Contrectatio son piratas, pero cuando la República propuso un sistema de defensa planetaria contra semejante agresión, los arcasianos, el pueblo que actualmente está soportando un ataque de los Contrectatio, votaron en contra; igual que votaron en contra de un programa de exploración espacial, de salvaguardias medioambientales e incluso de almuerzos escolares. Los arcasianos, conservadores testarudos como son, se negaron a abandonar sus hogares ancestrales, así que la República dejó de interferir en sus asuntos…
Mientras Superman se pone su traje blanco, que le ha regalado el propio Victor, insiste en que la República podría utilizar sus recursos para ayudarles, pero Victor insiste en que los neoarcasianos no quieren la ayuda de la República, ni siquiera cuando sus hogares estaban al borde de la destrucción total. El pueblo de la República, harto de la ignorancia social de los neoarcasianos, los exilió a la superficie del planeta. Victor dice que los Contrectatio probablemente ayudarán a Superman a encontrar su hogar, pero sólo si les permite tomar lo que les fue prometido.
A pesar de sus reducidos poderes, Superman llega a la superficie del planeta e intercepta las naves de los Contrectatio, sólo para sorprenderse cuando se entera de que los Contrectatio son en realidad los pequeños alienígenas de piel naranja que le encontraron cuando estaba varado en el espacio. Intenta razonar con Max, el comandante de la flota, y le pide que traslade a los neoarcasianos a un planeta más sano; entonces, los Contrectatio podrán llevarse lo que quieran.
Max, sin embargo, dice que los neoarcasianos no quieren ser trasladados de sus hogares ya que, incluso ahora, creen que los Contrectatio no son más que un chanchullo fabricado por la República para llevarlos a la clandestinidad. El propio planeta orbita alrededor de una estrella que se convertirá en una gigante roja en unas décadas, quizá antes, lo que significa que, de cualquier forma, nadie podrá vivir en este planeta. A pesar de este terrible desenlace, Superman se niega a abandonar a los neoarcasianos y recibe la inesperada ayuda de una Linterna Verde.
Superman: Lost #4
Opinión
La forma general de Superman: Lost comienza a cohesionarse cuando Superman regresa al extraño planeta parecido a la Tierra del que partió recientemente y descubre que allí también le necesitan.
Aunque hace que el número anterior parezca un desvío innecesario, este escenario está lleno de potencial.
Superman se enfrenta a una serie de enigmas éticos sobre la naturaleza de la libertad y la salvación, todos ellos alusiones apenas veladas a conflictos políticos modernos. Eso es lo que hace que la lucha de Superman por resolver los intereses contrapuestos y su voluntad de dejar a un lado los suyos propios sea aún más poderosa.
Mientras que los delfines espaciales pueden parecer una ocurrencia tardía, la aventura equivocada de Superman le proporciona un momento vulnerable que recuerda a los lectores que incluso un ser invencible puede sacrificarse.
Es un retrato convincente de un extraño en una tierra extraña que sigue buscando la verdad y la justicia.
Mientras el número salta de un lado a otro, es aquí donde Carlo Pagulayan consigue jugar en diferentes localizaciones y con un lenguaje corporal reactivo. Las páginas y los momentos en los que Superman lleva su nuevo traje blanco de viaje espacial son los mejores.
En la primera parte, Pagulayan nos muestra a Superman pasando por muchas reacciones emocionales: ira, pena, desesperanza y un triste reencuentro con un toque de alegría. La segunda parte permite a Pagulayan mostrar a Superman salvando el día con hazañas heroicas clásicas y luego termina con un Superman en debate. Este interesante debate pone a Superman en una situación en la que no está seguro de lo que es correcto, y no es su conflicto, pero ¿puede Superman ignorar esta situación?
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