SUPERMAN VOLUMEN CUATRO #12

«Super monstruo (Parte uno)»

Guión: Peter J. Tomasi & Patrick Gleason.  Dibujo: Doug Mahnke. Tintas: Jaime Mendoza & Christian Alamy. Color: Rob Leigh. Portada: Mahnke, Mendoza, Quintana. Portada alternativa: Andrew Robinson.

Frankenstein llega al Condado de Hamilton y el infierno llega con él. Superman deberá de combatir al monstruo para salvar la vida de alguien que esconde un terrible secreto

RESUMEN

Lois Lane acude al periódico local del Condado Hamilton para pedir empleo con el que poder publicar noticias menores a diferencia de lo que ha comenzado a hacer nuevamente en el Daily Planet. La reportera es atendida por la dueña del diario, ambas mujeres charlan acerca del empleo pero la conversación es interrumpida por Frankenstein que irrumpe en el edificio dispuesto a llevarse con él a la propietaria del diario.

El monstruo acusa a la mujer de no ser humana, Lois reacciona y trata de defender a la dueña del periódico sacando de su bolso un guante de la armadura de Batman que empleó en su lucha contra el Erradicador (véase números anteriores) y lanza una descarga contra Frankenstein, el cual queda aturdido y ambas mujeres escapan a bordo de una motocicleta voladora con la que el enorme monstruo ha viajado hasta el condado de Hamilton.

Pero Frankenstein no se da por vencido y persigue el vehículo en el que ambas mujeres huyen, el monstruo logra alcanzarlas, pero el Hombre de Acero acude al rescate, esto provoca un combate entre Superman y el monstruo, el kryptoniano queda momentaneamente aturdido y Frankenstein escapa, pero es disparado por un granjero, esto provoca la ira del gigante, pero Superman se recupera y acude en ayuda del granjero propinando un poderoso golpe al monstruo que lo aleja de las tierras del hombre.

Nuesto héroe acude en busca del monstruo para pedir explicaciones, pero es atropellado accidentalmente  por la aeronave en la que ambas mujeres han escapado. Este suceso provoca que Frankenstein tome ventaja y logre capturar a la dueña del periódico, la mujer pide ayuda, pero el monstruo logra quitarla una máscara que lleva mostrando en realidad a Superman y a Lois que la dueña del diario local es en realidad otro monstruo, finalizando así el cómic.

OPINIÓN

No hace demasiados meses teniamos por estos lares y gracias a la saga «Amanecer Salvaje» a Frankenstein, por aquel entonces el monstruo era un ser descerebrado a merced de Vandal Savage, casi medio año después, el monstruo ha ¿evolucionado? y se ha convertido en cazador de otros monstruos.

Bajo esta premisa arranca este nuevo arco argumental, en donde la dueña del periódico local, una afable mujer resulta ser un monstruo y vamos a ver que intenciones trae.

Una cosa está clara, número tras número tenemos acción y entretenimiento en todas y cada una de las viñetas de la colección, lo cual es de agradecer porque no hace demasiados meses leer cualquier cómic de Superman era una tortura de las grandes.

No obstante hay cosas que chirrían aún, eso de ver que Lois saca de su bolso un guante de la armadura de Batman que tomó prestado de la base lunar del Hombre Murciélago es cuando menos sorprendente. Vale, de acuerdo, la magia de los cómics, ¿quién no lleva consigo un guante que lanza descomunales descargas de energía?  – modo irónico on -.

La parte gráfica me ha resultado muy atractiva, se nota cuando Doug Mahnke trabaja a gusto, y este cómic es una de esas ocasiones.

En definitiva: esta colección sigue por el buen camino, y este nuevo arco argumental me ha enganchado aunque sólo sea por ver en qué forma encaja Frankenstein en la leyenda del Hombre de Acero.

Non.

(Portada alternativa de Andrew Robinson)

 

Por NON

Nacido en Valladolid (España) en 1975. Fascinado por el personaje desde el momento en el que me llevaron con poco más de tres años al cine a ver "Superman The Movie". Voraz lector de cómics de Superman, el Hombre Murciélago, y sí, lo confieso... También de Marvel. Aficionado al Rugby y a pasarme horas viendo capítulos repetidos de Los Simpson (Homer Simpson es mi segundo ídolo), acompañado de un refresco de cola. En mis horas laborales me podréis ver subido en una ambulancia, en algún que otro rato libre por aquí poniéndome la capa roja del mayor héroe de todos los tiempos.

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