SUPERMAN VOLUMEN CUATRO #29
«Un minuto más (Parte uno)»
Guión: Keith Champagne. Dibujo: Doug Mahnke. Tintas: Jaime Mendoza, Scott Hanna & Rob Hunter. Color: Wil Quintana, Tony Aviña. Portada: Ryan Sook. Portada alternativa: Jorge Jiménez.
La extraña desaparición de niños a lo largo de todo el país hará que Superman descubra un macabro misterio en el que Sinestro será su última esperanza
RESUMEN
Un niño se introduce en un edificio abandonado jugando con su smartphone a cazar pokemos, pero de pronto el muchacho encuentra un extraño y pequeño ser que termina por poseer al niño que grita desesperado.
Superman se hace cargo del caso, ya que como padre se siente muy próximo al problema, y dos semanas después se reúne con varios padres cuyos hijos han desaparecido en misteriosas circunstancias para prometer que hará lo imposible para que los niños vuelvan a sus casas.
Esa misma noche el niño desaparecido semanas atrás irrumpe con gesto demoniaco en el dormitorio de una niña a la que convence para que lo acompañe. Por su parte Superman encuentra unas extrañas huella que dejan una energía residual amarilla, el kryptoniano sigue el rastro, encontrando a ambos niños, que atacan a nuestro héroe dejándolo inconsciente.
Minutos después unos agentes de policía encuentran a Superman, que recobra el conocimiento y empleando sus supesentidos logra escuchar gritos de auxilio de niños en un edificio abandonado, despegando inmediatamente hacia él.
En el interior del edificio Superman empieza a atar cabos, sospechando que Sinestro anda detrás de las desapariciones, pero para sorpresa del kryptoniano ante él aparece Parallax, el cual ansía controlar el cuerpo del Hombre de Acero. Superman se enfrenta a Parallax, pero pronto entiende que esto podría costar la vida a los niños secuestrados y decide dejarse controlar por el villano.
Superman adquiere un aspecto macabro, pero no todo está dicho, ya que por sopresa irrumpe en el edificio Sinestro, decidido a exigir que le devuelvan aquello que le pertenece, finalizando así el cómic.
OPINIÓN
Yo no sé si es porque los dos patrióticos números anteriores de esta colección me han aburrido solemnemente y estaba deseando algo distinto y bueno que llevarme a la boca pero el cómic que hoy nos ocupa me ha encantado.
De entrada me ha gustado ver que el Condado de Hamilton ha quedado atrás y hemos vuelto a Metrópolis que es donde Superman ha de estar, me ha gustado también haber visto a Jimmy Olsen ya que eso me hace más reconocible un cómic del Hombre de Acero, y sobre todo me ha molado ver a un Superman heróico al cien por cien prometiendo a los padres que encontrará a los niños desaparecidos, eso es nuestro héroe amigos: esperanza…
A partir de ahí, nos encontramos una historia que bajo mi punto de vista es sensacional, más propia de finales de octubre por aquello de Halloween que de un caluroso mes de agosto. Me ha encantado ver al niño con el gesto demoniaco, ya que me ha transportado a IT (la novela de Stephen King), y sobre todo tener de villano a Parallax y la aparición de Sinestro dado que este villano da mucho juego combinándolo con Superman como hemos podido ver en «Injustice».
En el apartado gráfico brilla especialmente el trabajo de de Doug Mahnke, el cual, con su estilo dota al guión de una atmósfera aún más tétrica y acertada al cómic.
En definitiva, que gracias a Rao la colección ha recuperado su nivel con este gran arco argumental que me ha dejado con ganas de ver como continúa la trama.
Esto fue todo por hoy amigos, nos despedimos hasta una próxima reseña no sin antes reverenciar el pedazo de portada alternativa que se ha sacado de la chistera Jorge Jiménez y que podéis ver al final de esta reseña, impresionante no… lo siguiente.
Saludos cordiales.
Non.
(Portada alternativa realizada por Jorge Jiménez & Alejandro Sánchez)