Este verano que ya empieza a languidecer nos deja este segundo número del sello Black Label de DC Comics con guiones de Frank Miller y lápices de John Romita Jr..
Si hay algo que uno puede preguntarse tras su lectura es si ¿Es un pájaro? ¿es un avión? ¿es un marine? no cabe la menor duda de que Miller da rienda suelta a toda su imaginación durante todo este segundo número, (nunca sabré si esto es bueno o malo siendo sincero…) y Romita Jr. en todas sus ilustraciones nos va relantando como nuestro kryptoniano favorito va ascendiendo dentro del ejército. (Si os parece obviaremos esas narices aplastadas que dibuja que recuerdan al resultado de un puñetazo de Iván Drago…)
Pues bien, como decía, este número abre con Clark Kent en el ejército… y sorprende, o no, ya no lo sé, porque el joven de Kansas se convierte en el mejor de los soldados, solamente errará (en eso Miller honra la leyenda) cuando se niega a matar.. Lo cual, bajo mi punto de vista es altamente contradictorio, porque… ¿a qué diablos te apuntas al ejército chico? ¿qué te piensas que hace un marine? ¿punto de cruz? no salao no… a todo militar, da igual de que puñetero país sea le entrenan para matar al enemigo… en fin, minipunto en contra de Miller por no planear de antemano esto de una manera más coherente…
Pero bueno, usando el argot taurino, y viendo que esto no conduce a nada, Miller nos lleva a las profundidades marinas aprovechando que el océano está al lado, allí veremos a Lori Lemaris, a un Poseidón bastante cabronazo todo sea dicho y ante el que nuestro héroe no se arrodillará…. Este segundo acto del número si hemos de decir que compensa la primera parte del cómic con espléndidas ilustraciones submarinas de Romita Jr., y es que cuando el chico lo hace bien con los lápices, hemos de ser justos y decirlo también…
Pero claro, todo este cóctel me hace preguntarme nuevamente: ¿a dónde nos quiere llevar Miller? es decir, con Daredevil, o el Batman de TDKR uno tenía sensación de que la mitología de esos personajes estaban de algún modo presente, pero aquí… no sé, es demasiada barra libre del autor imaginando escenarios nunca vistos… Vamos, que si me dicen que este Clark se va a poner unas gafas y va a acabar de tímido reportero en Metrópolis me va a parecer ciencia-ficción…
Y pudiera parecer que esté condenando a Superman: Year One al cajón de mierda… pero no, no es así, pese a ser un orígen raro, es disfrutable y quiero ver a dónde conduce esto, (será que me va la marcha, oye..).
Así que poco más que decir… que el cómic os parece un mojón, estoy de acuerdo, que os parece buenísimo y transgresor, pues también me hallo de acuerdo… es distinto, es raro, tiene dibujos grotescos, pero oye… como cosa alternativa, ¿por qué no?
Aceptamos vuestras opiniones…
Saludos cordiales.
Non.