«Super/Man: The Christopher Reeve Story», un documental sobre la vida y la carrera de Christopher Reeve, tendrá su estreno mundial en el Festival de Cine de Sundance, en enero de 2024.
Hay una escena icónica en «Superman» de 1978 en la que Clark Kent, interpretado por Christopher Reeve, con Lois Lane colgando de un helicóptero. Localiza una puerta giratoria, emerge como el Hombre de Acero, se eleva y atrapa a la reportera que cae.
«Tranquila, señorita, ya la tengo», dice Superman. Lane sigue asustada. »¿Que va a sujetarme? ¿Y quién le sujeta a usted?»
Superman sonríe, se despide despreocupadamente y sale volando, con su pelo perfecta. Es la imagen que el mundo tuvo de Reeve hasta 1995. Y ahí es donde el nuevo documental de Ian Bonhote y Peter Ettedgui, «Super/Man», recoge una versión muy diferente del viaje del héroe.
Reeve está ahora paralizado del cuello para abajo tras una caída de su caballo. No puede moverse ni remontar el vuelo. Su mujer, Dana, le atiende y luego habla de buscar toallas recién salidas de la secadora para poder recibir algo del calor que ya no puede recibir de su marido. El hijo pequeño de la pareja, Will, celebra su tercera fiesta de cumpleaños en el hospital de su padre.
Sorprendentemente, menos de un año después, Reeve está en el escenario de los Oscar recibiendo una gran ovación. Enseña a Will a montar en bicicleta, moviéndose junto a él y dándole ánimos desde su silla de ruedas motorizada. En cierto modo, Reeve se convirtió de nuevo en un superhéroe.
«Super/Man: The Christopher Reeve Story», la película de Bonhote y Ettedgui, estrenada en el Festival de Sundance, deja claro que el regreso de Reeve tuvo un precio tremendo.
«Su rutina matutina, desde que se despertaba hasta que podía salir rodando por la puerta, duraba unas dos horas», explica Will Reeve a Variety vía Zoom junto a sus hermanos Matthew y Alexandra. «Todos nos despertábamos cada mañana y pensábamos que podía pasar cualquier cosa. Pero se despertaba y volvía a recordar que no podía moverse».
Antes de su accidente, Reeve no era antipático, pero hacía sus cosas. (En la película, Matthew señala que su padre se fue a esquiar a Francia al día siguiente de nacer él). El actor tenía un padre poeta y frío que no aprobaba sus películas y -según cuenta la leyenda- le compró Champagne pensando erróneamente que no había sido elegido para el papel del superhéroe, sino para el de “Man and Superman.”, de George Bernard Shaw. Reeve demostraba su amor por sus hijos llevándolos a esquiar y esquiando hasta el fondo por delante de ellos. Todo eso cambió tras su accidente.
«Antes nuestro lenguaje del amor era la actividad», dice Alexandra. «De repente, pasas el tiempo en el despacho de papá mirándote a los ojos y hablando durante dos horas».
Ni los hijos de Reeve ni los realizadores rehúyen el hecho de que el accidente de Reeve le hizo un hombre mejor.
«Creo que él era muy consciente de esa ironía y del legado de ‘Superman’ cuando la gente veía su historia y pensaba en él después del accidente», dice Alexandra. «Hablaba de redefinir lo que es ser un héroe… es una persona corriente que sobrevive a pesar de obstáculos abrumadores».
Reeve no sólo prosperó; se convirtió en un mensch. Creó, con Dana, una fundación que ha recaudado cientos de millones para la investigación. Y no lo hizo solo: el documental deja claro que Reeve disponía de recursos financieros que otros no tienen, pero subraya que fue su familia, formada por Dana, su ex pareja Gae y sus tres hijos, la que hizo posible su vida tras el accidente. (Dana murió de cáncer en 2006).
«Las cosas le resultaron fáciles al principio de su vida», dice Bonhote. «Luego, como dijo Christopher, ‘La única minoría de la que cualquiera puede formar parte en un instante, es la discapacidad’. Creo que se produjo una auténtica apertura al mundo que le rodeaba a un nivel diferente. Sería fácil decir: ‘Oh, esta es una historia de triunfo sobre la adversidad’, pero es convertir la adversidad en oportunidad».
Bonhote y Ettedgui, que colaboraron en «McQueen», aclamada por la crítica en 2018, habían sintonizado con el mundo de los discapacitados físicos mientras rodaban «Rising Phoenix», sobre los Juegos Paralímpicos. Querían hacer una película sobre los terribles obstáculos a los que se enfrenta incluso una leyenda estadounidense bien financiada cuando se encuentra con una discapacidad.
«Christopher dijo que la única minoría de la que cualquiera puede formar parte en un instante es la discapacidad», dice Bonhote. «No intentamos reescribir a Superman, sino contar una historia sobre cómo abordar un tema al que la sociedad ha dado la espalda». Un cuarto de siglo después de la caída de Reeve, las oportunidades y la aceptación de los discapacitados han aumentado exponencialmente. Aun así, queda mucho por hacer. «Soy optimista, pero aún queda mucho, mucho camino por recorrer», afirma Ettedgui.
Artículo de Variety
¿Tienes ganas de ver «A Super/Man», el nuevo documental sobre Christopher Reeve?
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