Comenzamos con este artículo una serie de análisis acerca de la saga de películas clásicas del Hombre de Acero. Y lo hacemos en orden inverso, iremos desde Superman IV hasta Superman The Movie.

¿El motivo? Puede que sea para dejarnos el mejor sabor de boca posible y olvidarnos de la decadencia que sufrió la franquicia.

así que.. sin más, vamos a ello, al despróposito que fue esta película…

Así que si me lo permitís vamos a viajar a mediados de la década de los 80.

Allí nos encontraremos con que la familia Saldkin tras la desastrosa aventura que fue Superman III y la poca efusiva aceptación de Supergirl. Decidieron que era hora de alejarse de la franquicia del Hombre de Acero, y los derechos del personaje cayeron en manos de The Cannon Group, una Compañía en la que sus ínclitos dueños (Menahem Golam y Yoram Globus) hacían películas como rosquillas por cuatro céntimos de euro cada una de ellas.

De esta forma, en 1986, y a pesar de las dudas que generaban este par de entendidos «cineastas», desde The Cannon Group se conjuraron en tirar la casa por la ventana y hacer de Superman IV la joya de la corona no sólo ya de la Compañía, si no también de toda la franquicia.

Pero… el dinero que obtuvieron de Warner para la película, Golam y Globus lo destinaron a películas de más que dudosa calidad que pretendían que fuera un éxito de taquilla, y así devolver ese dinero recaudado para financiar la cinta del Hombre de Acero.

¿Al final qué paso? Pues que ni una cosa ni la otra, el dinero no llegó para Superman IV y la película se rodó con cuatro dólares, o puede que incluso tres…

Pero de inicio no todo pintaba mal, la película contaba con un guión que parecía interesante, Lawrence Konner y Mark Rosenthal se hicieron cargo de él una vez que supieron que Christopher Reeve volvería a ponerse la capa, que profundamente disgustado por el resultado de Superman III dijo que ya no volvería a la franquicia.

Una vez que le prometieron financiación para una película llamada «El Reportero de la Calle 42» y le ofrecieron control creativo sobre esta próxima película del Hombre de Acero puesto que no quería otro fracaso a sus espaldas con el personaje.

De esta forma Reeve se involucra también en asesorar y escribir partes del guión, llegando incluso a ser director de la segunda unidad de la película.

Pero lo que mal empieza, continúa mal. Al hacer las cosas sin dinero pues afecta a la calidad, de esta forma se contrató una empresa (la más barata que encontraron) para los efectos especiales, y claro… aquello no podía ser más cutre.

Para la dirección de la película The Cannon Group llama a la puerta de Richard Donner, pero el director, dolido aún por el trato recibido por Superman II declina la oferta si no es con garantías de un mínimo éxito y la direccion de la cinta cae en manos de Sidney J. Furie tras rechazar también la dirección Richard Lester.

Para el reparto se comete un despropósito considerable por aquello de que los años no pasan en valde tratando de recuperar a viejas glorias de la franquicia , Gene Hackman, Jackie Cooper, Marc McClure y una demacrada y avejentada Margot Kidder recuperan sus antiguos papeles. Y se unen a estos Mark Pillow en su único papel en el cine haciendo de villano sin cerebro llamado Hombre Nuclear, una «guapa» de la época como era Mariel Hemingway y Jon Cryer como sobrino colgado de Lex Luthor…

No querría pasar en este momento por alto el pelucón que ponen a Reeve para la película, además de notarse al actor ya mayor para el personaje y con un físico que sin ser malo ya no era el indicado para ponerse las mallas azules.

De la música se ocupó, o más bien se desocupó Alexander Courage, y digo que se desocupó porque no hizo nada que no hubiera hecho ya el maestro John Williams, y así, con todos estos elementos arrancó la filmación de Superman IV: En Busca de la Paz.

El propio Christopher Reeve a medida que avanzaba el rodaje comenzó a darse cuenta de que aquello iba a ser un desastre de proporciones bíblicas al ver que el kryptoniano tenía poderes ridiculos como aquella visión con la que reconstruía la Gran Muralla China, o que la propia Mariel Hemingway es llevada al espacio por el Hombre Nuclear cuando el villano se encoña de ella y oye, la muchacha milagrosamente respira sin oxígeno en las profundidades del universo.

Además de eso, la cinta abusa de recursos ya vistos, como cuando nuevamente el Hombre de Acero borra los recuerdos de Lois acerca de su identidad secreta con un nuevo morreo como en Superman II tras volar cutremente por toda la Tierra tratando de «homenajear» la mítica escena de Superman The Movie.

¿Recordáis la sinopsis de la película? Venga la recordamos… la Tierra se enfrenta a una amenaza nuclear y a un niño de un colegio se le ocurre escribir una carta a Superman para que intervenga en este problema, el kryptoniano, tras consultar a los Ancianos de Krypton en una cutrísima Fortaleza de la Soledad y tras hablar con Lois Lane decide que sí, que librará al mundo de las armas nucleares y las tirará al sol.

Esto encabrona a los traficantes de armas que contratan a Lex Luthor, que ayudado por el imbécil de su sobrino consigue material genético de Superman, el cual es modificado y enviado en uno de los mísiles nucleares que llegan hasta el sol y ese material genético se transforma en el Hombre Nuclear, un tío rubio como Hulk Hogan, descerebrado para aburrir que quiere matar a Superman y que como dije anteriormente se encoña de una niña millonaria a la que su papaito la acaba de regalar el Daily Planet y que mira por donde bebe los vientos por el patoso Clark Kent.

El Hombre Nuclear se enfrenta a Superman, con sus garras nucleares, y casi acaba con el Hombre de Acero, pero oye… el cristal verde (sí, aquel que devuelve los poderes al héroe en Superman II y que supuestamente sólo se podía usar una vez), lo sana, y nuestro Superman derrota al gilipuertas nuclear este y mete en la cárcel a Lex Luthor para los próximos 20 años y al sobrino lo lleva a un monasterio para hacerle un hombre de bien.

La película acaba con un discurso supuestamen «inspirador» para que todos los pueblos de la Tierra comprendan que todos somos una misma tribu y el Planet es nuevamente vendido a sus antiguos dueños con la alegría de Lois, Clark, Jimmy y un Perry White sacado ya de un asilo (cosas del casting.

T colorín colorado, hasta aquí llego la franquicia de las películas clásicas de Superman en la gran pantalla.

Volveremos próximamente con el análisis de Superman III, no te lo pierdas.

Hasta entonces, saludos cordiales.

Non.

Por NON

Nacido en Valladolid (España) en 1975. Fascinado por el personaje desde el momento en el que me llevaron con poco más de tres años al cine a ver "Superman The Movie". Voraz lector de cómics de Superman, el Hombre Murciélago, y sí, lo confieso... También de Marvel. Aficionado al Rugby y a pasarme horas viendo capítulos repetidos de Los Simpson (Homer Simpson es mi segundo ídolo), acompañado de un refresco de cola. En mis horas laborales me podréis ver subido en una ambulancia, en algún que otro rato libre por aquí poniéndome la capa roja del mayor héroe de todos los tiempos.

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