Finalmente el equipo de Mundo Superman ha podido leer el primer número de la miniserie creada por Frank Miller y John Romita Jr. y estas son nuestras sensaciones al respecto.
De entrada he de decir que cuando la miniserie fue anunciada en 2017 me tomé la noticia con cierta preocupación, puesto es sabido que soy de la opinión de que Miller no es precisamente el fan número uno de Superman y, tras su paso por The New52, Romita Jr. había dejado viñetas realmente grotescas, con lo cual, todo apuntaba a ser algo si no «aberrante» muy próximo a ello.
Pero este número uno comienza con una destrucción del planeta Krypton muy poética. a pesar de ser una escena vista infinitas veces en cómics, cine y televisión, esos instantes finales del bebé Kal-El siendo lanzado al espacio se hacen verdaderamente emotivos.
Lo siguiente que vamos a ver es la llegada a la Tierra de la nave, y es ahí precisamente donde vemos la primera marca Miller en el cómic, me refiero a que Kal-El es encontrado unicamente por Pa Kent, el cual, lleva al niño a la granja, donde se encuentra Martha y de esa forma se cierra el momento aterrizaje/adopción.
Esto nos llevará a unos pocos años en el tiempo, Kal-El es un niño llamado Clark Kent que comienza a descubrir unos sorprendentes poderes . Tras esto, un salto en el tiempo nos llevará a sus tiempos de instituto, enfrentándose a unos villanos domésticos: los abusones de la clase.
A pesar de los sabios consejos de los Kent acerca de ocultar sus poderes, el joven Clark desoirá en parte estas recomendaciones haciendo que estos «matones» de instituto muerdan el polvo. Será tras esto, donde presenciaremos el nacimiento del romance entre Clark y Lana, convirtiéndose esta parte del cómic en un momento… no diría dulzón, pero si bucólico.
Y este momento romántico nos llevará a la parte más sorprendente con el giro número dos en la trama marca Frank Miller. Me explico: todos estamos acostumbrados a la partida de Clark, abandonando Smallville rumbo a Metrópolis, a conocer su origen, pues bien… en esta ocasión el kryptoniano también abandona su pueblo adoptivo, cierto, pero… para enrolarse en el ejército estadounidense.
Y vamos ahora a por el apartado gráfico… Vale, Romita Jr…. a ver… estamos ante un artista que en Marvel lo bordó, su Spiderman para mí ha sido visualmente lo mejor, su sentido de la narrativa gráfica, gracias a Rao, es vertiginoso y lo hace realmente bien y en este número nos regala espléndidos paisajes, es minucioso en los detalles, pero oye, con las caras se le va la pinza un huevo y parte del otro… expresiones estática, rígidas, inexpresivas y casi diría que imposibles viñeta sí, viñeta tambien.
De hecho, el momento aterrizaje de Kal-El en la Tierra, frente a frente a Pa Kent me ha resultado hilarante, puesto que el bebé me recordaba más a un gusiluz que a un alien con su cohete estrellado segundos antes… pero bueno, es lo que tiene Romita Jr., ya lo sabíamos ¿no?
No obstante, todos estos fallos quedan en minoría en el cómputo global del cómic gracias a la tarea de Danny Miki y Alex Sinclair, limando los defectos del bueno de Romita Jr.
Eso a grandes rasgos sería el cómic analizado, ahora quisiera adentrarme en ciertas reflexiones. La primera de ellas ¿por qué sistemáticamente DC Comics se empeña en contarnos esta historia una y otra vez ? ¿Se va a convertir en orígen canónico? ¿Era necesario contar todo de nuevo? ¿Hay huecos por rellenar después de 81 años de mito? y ¿por qué titularla Year One si estamos viendo sus primeras décadas de vida? ¿Es Frank Miller el más indicado para este proyecto?
Espero espectante, que no ilusionado el segundo tomo, más que nada para ver hacia dónde nos lleva, porque ahora mismo no sé qué pensar puesto que no es un mal cómic, pero ¿era necesario este nuevo orígen? abramos debate..
Cordiales y calurosos saludos gente..,
Non.