«Full Metal Jacket»

Escritor: Sholly Fisch

Lápices: Steve Pugh

Entintador: Steve Pugh

John Corben camina en la oscuridad con la intención de llegar
a su destino. Piensa en cómo dieciocho meses antes
se encontraba en un estado catatónico.
El General Sam Lane, sugiere que, en lugar de
enviarlo al Hospital Walter
Reed le den a
John una «sacudida», con una muestra de kryptonita. La primera oleada de
kryptonita es intensa, pero no dura mucho ya que después
de ejecutar una serie de pruebas físicas
y psicológicas Corben es
declarado no apto para el
servicio. Entre los daños a su
psique, debido a sus lesiones y
los casos anteriores de fuerza
excesiva, el capitán dando
el informe, decide que no puede ser responsable de lo que ocurra. El general la desautoriza y Corben es enviado
al campo de batalla.

Las
cosas parecen ir bien pero después de matar a un grupo de insurgentes a expensas de las víctimas civiles, el
gobierno trata de eliminar a Corben,
pero éste se las arregla para escapar.
Recorre el fondo del océano y
finalmente llega a su destino, el general Sam Lane.

Lane
se enfrenta
a Corben y le dice al cyborg que le dio
todas las oportunidades para tener
éxito, pero sus acciones llevaron a la cúpula a ordenar su
ejecución y porque el General Lane es un buen soldado, él lleva a cabo esas órdenes. Corben amenaza a Lane y su
hija, pero resulta que Lane sólo ha estado intentando ganar tiempo
y Metal-2.0, la próxima etapa en la
evolución del súper soldado,
llega.

La
lucha es
breve y al final Corben emerge como el vencedor. Metal-2.0 activa su programa
de auto-destrucción y los dos cyborgs
son envueltos en una explosión de fuego.

El
General Lane ordena a sus hombres que peinen la zona
para encontrar los restos de
Corben. Corben, resulta
que fue rescatado por la Sociedad Secreta.
El Espantapájaros ofrece a Corben la oportunidad de unirse a la
Sociedad y poner
sus talentos al buen uso. Al ver
que su antigua vida ha terminado,
Corben acepta. Él
ya no se ve como John Corben o incluso Metal-Zero. Ahora solo es Metallo.

Una
buena historia, una mirada a la mente de John Corben y cómo se convierte en la retorcida de Metallo. Hay grandes
momentos de personajes que ayudaron
a hacer más tridimensional a este personaje. La mayoría de este número se centra en lo que se siente al ser un arma que vive con problemas emocionales. La ejecución de la historia está bien hecha, y todo bien acompñado con el arte de Steve
Pugh.

Sholly Fisch hace todo lo posible para limpiar la continuidad no tan directa
del personaje y darle un nuevo propósito en la vida. La razón de por qué se utiliza kryptonita
como una célula de energía tiene mucho sentido, y lo
mismo pasa con otros detalles importantes,
pero Fisch logra que el personaje sea atractivo y accesible.

Pugh nos mostró sus dotes al retratar a Animal Man, y aquí trae el mismo terror para el
diseño de Metallo. Cuando el
cyborg sale del fondo del mar,
da miedo, es como si fuera un demonio.
Y cuando está en
medio del enfrentamiento militar,
ocurre lo mismo. La mejor página, sin embargo, es
cuando Pugh plasma el avión explotando y
luego se ven sus desechos en las
profundidades del océano. Es una
imagen inquietante dada la
época en que vivimos, pero al mismo
tiempo hay que apreciar
el arte, brillante esa página.