BATMAN/SUPERMAN #32
«Los días finales de Superman. Parte cinco: Augurio de muerte»
Guión: Peter J. Tomasi
Dibujo: Doug Mahnke
Tintas: Jaime Mendoza, Christian Alamy, Livesay & Tom Nguyen
Color: Wil Quintana
Portada: Yannick Paquette, Nathan Fairbairn
Los días finales de Superman continúa. En esta ocasión, Kal-El, junto con Batman y Wonder Woman apuran las últimas oportunidades de sobrevivir del kryptoniano, para ello viajan a China, en donde conocerán a los más grandes héroes del país: Los Grandiosos Diez
Superman y Wonder Woman apoyados por Batman siguen el rastro del falso Superman, el cual les conduce hasta China. El Hombre Murciélago sugiere a la super-pareja que suban al Batwing para evitar cualquier tipo de conflicto, pero de pronto un campo de fuerza rodea a la aeronave haciéndola caer entre las montañas.
Nuestros héroes abandonan el Batwing, y ante ellos aparece un grupo de extraños guerreros que se presentan como los «Grandiosos Diez» y exigen a la Trinidad que abandonen China inmediatamente, pero Superman se niega, alegando que han venido en busca de respuestas, lo que provoca que los Grandiosos Diez inicien un feroz ataque contra los tres.
En uno de los lances del combate, Batman arranca el medallón que lleva un ser de aspecto simiesco llamado Hu Wei, el medallón mantenía bajo control a la bestia, pero sin él se vuelve irracional y comienza a atacar salvajemente a sus propios compañeros. Superman es consciente de la situación y vuelve a colocar el medallón en el pecho de Hu Wei, conjurando de esta manera el peligro.
El líder de los Grandiosos Diez al ver esto ordena a sus compañeros que cesen el ataque, y es así como Superman y el resto de la Trinida exponen los motivos de su incursión en China. Minutos después todos se dirigen a la Meseta de Loess, en la provincia de Shanxi. Una vez allí encuentran a la Doctora Omen, la cual niega cualquier tipo de relación con lo que nuestros héroes buscan, pero Superman detecta un rastro de energía tras una puerta. Todos esperan impacientes la apertura de la puerta esperando encontrar al falso Hombre de Acero, y terminan accediendo a una sala en donde ven una silueta humana que luce un emblema parecido al de Superman.
Al ser interrogada por ello, la Doctora Omen afirma estar usando energía residual de la llamarada solar para crear un superhombre que la obedezca, y que para llegar a ese punto ha tenido que experimentar con diez personas más. Omen terminan liberando al extraño hombre de la cápsula en la que se encuentra y éste despega huyendo del lugar. Segundos después, Los Grandiosos Diez detienen a la Doctora y la Trinidad decide seguir buscando al falso Superman.
En Metrópolis mientras tanto, Lois se encuentra en su apartamento, trabajando en su ordenador, cuando escucha unos golpes en su ventana, tratándose del falso Superman. La periodísta no sabe exactamente como actuar, pero decide llevarle la corriente y abre el balcón, mientras el falso Hombre de Acero la pide que hablen, finalizando así este nuevo capítulo.
OPINIÓN
Seguimos con este arco argumental, que si bien de los aparecidos hasta ahora me parece el más flojo con diferencia, si que podemos decir que va dejando conceptos interesantes como es la primera aparición del Super-Man oriental que veremos en «Rebirth» y conocer los siniestros planes de la Doctora Omen.
El resto del cómic es bastante plano, se supone que La Trinidad es conocida a nivel ya no mundial, si no universal, y los Grandiosos Diez lo primero que hacen es liarse a golpes con ellos, sin ni siquiera preguntar el motivo de su viaje, y pareciendo desconocer a quienes tienen enfrente. Resumiendo: Había que meter una pelea en el cómic y esa ha sido la tonta excusa que han empleado.
La parte gráfica me parece correcta, salvo por el problema que Doug Mahnke muestra número tras número con los rostros de los personajes. Lo digo todos los números, soy consciente, pero es que no se puede pasar por alto.
Pero bueno, vamos avanzando hacia el desenlace, -nos quedan tres capítulos para ello -, veremos que pretende el falso Superman.
Una reflexión final: Un poder nuevo y tan absurdo como es la llamarada solar cuánto juego está dando desde hace ya más de un año. Nunca lo hubieramos imaginado.
Saludos.
NON.